HURACANES EN PAPEL™ - Reseñas literarias

Sólo me queda esperar la aparición de un Nuevo Tifón Literario de magnitud cinco como los producidos por Mikhail Bulgakov, Thomas Pynchon o Roberto Bolaño. Ese día llegará y mi búsqueda no habrá sido en vano. Huracanes en papel™ 2007-2024

martes, 25 de septiembre de 2012

Un mundo aparte, de Gustaw Herling-Grudziński


Entré en la librería con ganas de una literatura potente. Acudí en este caso a Los portadores de sueños, uno de los espacios más singulares que posee Zaragoza para saborear la Alta Literatura.  Allí desplegué mis alas y mi apetito, en una librería reconocida por el mismísimo Vila-Matas como "El abismo". Arrojé mis ojos a l'actualitè littéraire en busca de un Nuevo Tifón Literario y al verme acuciado por tan variado banquete, reclamé la opinión de Félix, un joven librero hipervivaz, que mantiene fresca y en  completo movimiento la Cultura en la ciudad. Tanto, que he llegado a pensar que es el hijo de Enrique Vila-Matas. Creanme que se parece. O a mi, me lo parece, el hijo de Vila-Matas.

El tema es que hablando y hablando de autores, libros, estilos de literatura y de atmósferas literarias... llegamos a Un mundo aparte de Gustaw Herling-Grudziński. ¡Blum!  La trama y la recomendación que dejó escrita Albert Camus me ataron de inmediato a su revisión. Y ahora, recorrido todo ese mundo aparte, hilvanando lapsus en el tiempo que me han ayudado a completar esta robusta lectura, les dejo con la síntesis de dicha experiencia.

Herling-Grudziński pasó dos años en Arjánguelsk, un gulag soviético, que le permitió dar testimonio del horror y analizar el sufrimiento humano en clave de piedad y esperanza. Ninguna editorial en Francia tuvo el valor de publicarlo y tuvieron que pasar más de treinta años para que fuera traducida por fin al francés. La izquierda europea se negaba a reconocer que Rusia empleaba los mismos procedimientos de tortura, presidio y vileza con todo aquél que no siguiera los absurdos dictámenes de la Unión Soviética, en una época de guerras y desconfianza hacia el ser humano. 

Un mundo aparte nos enseña a vivir otra vez. A reconocer el placer de la libertad. A descubrir el valor de la amistad, la normalidad y la confianza en el prójimo. Para ello deberán entrar a este sucio y horrible gulag, observar cómo funcionaba su casa de visitas, el día de descanso, como padecían el hambre. Escucharán gritos nocturnos, leerán parte de los Apuntes de la casa muerta de Dostoievski, comprenderán el poder de resurrección que habitaba en sus hospitales y la gris tristeza que se adueñaba del mortuorio. Pero no teman, a pesar de tanto dolor, la lectura se convierte en un canto de catarsis que desemboca en un espléndido epílogo sobre la caída de París y el desmoronamiento de toda Europa. Este gran final nos deja un rastro, una estela... la recuperación de la libertad, París, siempre París, el centro del triunfo y la emancipación. Es todo suyo. Vivir y aprender. ¡Cuídense! 

El hospital era para el campo lo que un puerto para el náufrago.

lunes, 3 de septiembre de 2012

La oceanada, de Réjean Ducharme

Aquí finaliza mi periplo por la Colección Réjean Ducharme. Ésta es la literatura de un niño prodigio que irrumpió en la escena literaria quebequense causando sorpresa y admiración en la crítica, como no podía ser de otra manera, por su juego de palabras, sus sonoridades, su invención lingüística, y su búsqueda poética, con la valiente pretensión de inventar una lengua propia para sus jóvenes personajes, a los que supo envolver de frías imágenes azules, oceánicas y universales con el telón de la soledad y las impersonales ciudades alienantes.

Ducharme explora el mundo de la infancia, de los marginados, mezclando ternura y crueldad, para describir a una sociedad contemporánea en la que la familia se desintegra, mientras la ciudad aísla más aún al individuo, un ser que percibe abocado a la soledad y al fracaso. A lo largo de sus novelas hay una constante interrogación sobre la angustia que generan las relaciones personales, sobre el conflicto de nuestros deseos con la realidad y sobre la muerte indisociable de la vida.

¿Qué es Ducharme? El regente del encantamiento literario. El gran ordenador de las palabras. Su obra reflejará siempre ese escurridizo inconsciente insondable que se transfiere a través de monólogos interiores, de su fantasía desbordante, de esa realidad avasallante, que solicita, sí y sí, una vena carnavalesca que de rienda suelta a la epopeya de la vida. ¡Vayan y disfruten de... Ducharme!

"Lo alcanzamos. ¡Unámonos a él!"