HURACANES EN PAPEL™ - Reseñas literarias

Sólo me queda esperar la aparición de un Nuevo Tifón Literario de magnitud cinco como los producidos por Enrique Vila-Matas, Thomas Pynchon o Roberto Bolaño. Ese día llegará y mi búsqueda no habrá sido en vano. Huracanes en papel™ 2007-2024

miércoles, 20 de noviembre de 2024

Ambrose Bierce y la reina de picas, de Oakley Hall

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Oakley Hall, reconocido como uno de los maestros del antiwéstern y autor de culto, dejó una huella indeleble en la literatura estadounidense con su obra Warlock. Esta novela, finalista del Premio Pulitzer en 1958, sentó las bases para una nueva forma de abordar el género western, cuestionando los mitos fundacionales de Estados Unidos y explorando las complejidades morales de sus personajes.

En Ambrose Bierce y la Reina de Picas, Hall demuestra nuevamente su habilidad para combinar la ficción histórica con el misterio policíaco. Ambientada en el San Francisco de finales de la década de 1880, la novela nos sumerge en un mundo de corrupción, poder y crimen que refleja las tensiones sociales y políticas de la época.

La trama sigue a Tom Redmond, un joven aspirante a reportero que se une al célebre escritor Ambrose Bierce para investigar una serie de brutales asesinatos. El asesino, conocido como el Destripador de Morton Street, deja naipes de picas sobre sus víctimas, todas ellas prostitutas. Hall crea un dúo de investigadores fascinante: Tom, motivado por proteger a la joven que ama, y Bierce, el cínico escritor que ve el caso como una oportunidad para atacar a los poderosos.

La novela ofrece una vívida recreación del San Francisco decimonónico, explorando temas como la corrupción de los magnates del ferrocarril y la minería, el crecimiento urbano y sus consecuencias sociales, y el poder de la prensa y la sátira política. Hall demuestra su maestría narrativa al combinar elementos de novela histórica y policiaca, abriendo cada capítulo con una definición del "Diccionario del Diablo" de Bierce, lo que añade un toque de humor negro y crítica social a la narración.

Ambrose Bierce y la Reina de Picas va más allá del mero entretenimiento, realizando una mordaz crítica a la corrupción del dinero y el poder, la explotación sexual y la violencia contra las mujeres, y la manipulación política y mediática. Hall logra tejer una historia compleja que no solo cautiva por su trama intrigante y su rica ambientación histórica, sino que también invita a la reflexión sobre los oscuros orígenes de la sociedad estadounidense.

La influencia de Oakley Hall en la literatura estadounidense posterior es innegable, especialmente en autores como Cormac McCarthy y otros contemporáneos que han seguido su estela de realismo descarnado y crítica social.

Hall, con obras como WarlockAmbrose Bierce y la Reina de Picas, sentó las bases para una nueva forma de abordar la narrativa histórica y el género western. Su estilo, que combina una prosa directa con una aguda observación de la naturaleza humana, abrió el camino para una generación de escritores que buscarían desmantelar los mitos fundacionales de Estados Unidos.

Cormac McCarthy, en particular, parece haber bebido directamente de la fuente de Hall. Sus novelas, como "Meridiano de sangre" o la "Trilogía de la frontera", comparten con Hall esa visión desmitificadora del Oeste americano y esa exploración de la violencia inherente a la formación de la nación. La prosa seca y desprovista de artificios que Hall empleó en Warlock encuentra eco en el estilo característico de McCarthy, creando una línea directa de influencia literaria.

Otros autores contemporáneos como Annie Proulx, con su colección de relatos "Close Range: Wyoming Stories", o Larry McMurtry con "Lonesome Dove", han continuado esta tradición de reexaminar el Oeste americano con una mirada crítica y realista, siguiendo el camino trazado por Hall.

La mordacidad y el realismo crudo que Hall introdujo en la literatura estadounidense han dejado una huella indeleble. Su capacidad para combinar el entretenimiento con una profunda crítica social ha inspirado a generaciones de escritores a buscar la verdad detrás de los mitos, a cuestionar las narrativas establecidas y a explorar los rincones más oscuros de la historia y la psique americana.

Oakley Hall es un Huracán en Papel y leerle hoy es descubrir las raíces de mucha de la mejor literatura estadounidense contemporánea. Es sumergirse en un estilo que no solo entretiene, sino que desafía, que no solo narra, sino que cuestiona. Para cualquier lector ávido de comprender la evolución de la literatura americana, para cualquier aspirante a escritor que busque modelos de prosa potente y significativa, Hall se presenta como una referencia ineludible, un faro que ilumina el camino hacia una narrativa que es a la vez arte y crítica social.


domingo, 17 de noviembre de 2024

Curling, de Yaiza Berrocal

Este libro es una deliciosa sorpresa y un regalo tras la ardua búsqueda en la literatura emergente. Lo leí porque la sinopsis me cautivó por su originalidad. Entendí que podría ser un acierto. Necesitaba asegurarme de no caer en una obra baldía. No sabía nada de la autora. Cero referencias. La portada también me gustó. Había una combinación potente: espectáculo y mundo laboral. La elección fue un triunfo. Quedé colmado de satisfacción desde la primera página hasta la última. Yaiza Berrocal es un estrato superior de la literatura contemporánea. Su obra es magnífica, precisa y redonda. Domina el arte de la sátira literaria con la ironía y mordacidad de Ambrose Bierce o Kurt Vonnegut. Yaiza posee la sofisticación polifónica, fragmental e hiperdetallista de una autora de culto. 

Curling de Yaiza Berrocal es una sátira mordaz del mundo laboral moderno y una experiencia liberadora en la pista de hielo del neoliberalismo. En el vasto panorama de la literatura contemporánea, de vez en cuando surge una obra que sacude nuestras percepciones y nos obliga a mirar de frente las realidades que preferimos ignorar. Curling es precisamente esa novela: una sátira brillante y despiadada que desnuda las necedades del mundo laboral actual.

Berrocal nos sumerge en la vida de Eusebio Morcillo, un acomodador del Gran Teatro del Walhall, cuya existencia gris se convierte en el lienzo perfecto para pintar un retrato hilarante y perturbador de la explotación laboral moderna. A través de una narrativa innovadora compuesta por correos electrónicos, presentaciones de PowerPoint y transcripciones de entrevistas, la autora teje una historia que es tan fragmentada como la realidad que describe.

El título de la novela no es casual. Berrocal utiliza el curling como una metáfora ingeniosa y efectiva de la vida laboral contemporánea. Los trabajadores, como jugadores de curling, se deslizan frenéticamente por una pista de hielo neoliberal, compitiendo por objetivos a menudo absurdos, mientras los jefes "barren" el camino, no siempre para facilitar su éxito.

Pero lo que hace que Curling sea una lectura tan liberadora es su capacidad para provocar la risa y la reflexión al mismo tiempo. Al exponer las prácticas laborales abusivas —contratos inexistentes, formación a costa del empleado, despidos arbitrarios— a través del lente del humor, Berrocal nos permite reconocer y procesar realidades que de otro modo serían demasiado dolorosas de confrontar.

La novela es un reflejo implacable de una sociedad que ha interiorizado la idea de que la productividad es sinónimo de felicidad. Berrocal desafía esta noción con una prosa afilada y un ingenio mordaz, invitándonos a cuestionar los valores que hemos dado por sentados.

Curling no es solo una novela; es un acto de rebeldía literaria. Yaiza Berrocal ha creado una obra que es a la vez entretenida y profundamente crítica, una combinación rara y valiosa en la literatura actual. Para cualquiera que haya sentido alguna vez la opresión del mundo corporativo o que simplemente busque una lectura que desafíe su perspectiva, Curling es una experiencia imprescindible.

Esta novela te hará reír, reflexionar y, lo más importante, te hará sentir menos solo o sola en tu frustración con el statu quo laboral. Es una invitación a la liberación a través de la risa y la crítica, un recordatorio de que a veces, la mejor manera de enfrentar lo absurdo es riéndonos de ello. No dejes pasar la oportunidad de leer este Huracán en PapelCurling de Yaiza Berrocal es, sin duda, una de las lecturas más refrescantes y necesarias de nuestro tiempo.


«Nuestro público potencial pide a gritos una revolución; un espectáculo capaz de arrebatarles la atención con tal velocidad que los suspenda como individuos sin que ni siquiera se den cuenta, que arrase sus mentes y sus cuerpos para dejar tras de sí un placer tan extremo y frenético que quede fuera del alcance de lo que pueden imaginarse deseando.»

sábado, 16 de noviembre de 2024

Qué hacer, de Pablo Katchadjian

Literatura de vanguardia, de huida y desconexión. Pablo Katchadjian es un lúcido escritor argentino conocido por construir ficción desde un mundo onírico y abstracto, con un estilo conciso, breve y condensado. El mensaje no está calculado. La narración avanza por destellos, intuición  y fulguraciones sensitivas, especialmente en su exploración de los límites entre la realidad y la ficción, el tiempo y el espacio, y el conocimiento humano. Los sueños de Katchadjian no son solo representaciones del subconsciente, sino un medio para reflexionar sobre cuestiones filosóficas, metafísicas y literarias. Le permiten sorprenderse. Vibra. Su brújula sólo funciona si la precipita al caos, mediante un método recurrente, repetitivo, atávico. Los elementos que surgen, van reflejando sus miedos, deseos y sus búsquedas intelectuales. No importa cuales. Ubican al narrador y éste gira y gira en círculos infinitos, que en esta obra se autorreplican durante cincuenta capítulos, buscando la manifestación de una realidad más profunda.

«Estamos en una universidad inglesa, y si bien tenemos que dar clase, no sabemos de qué hablar, y ni siquiera sabemos si dar la clase o no. Les preguntamos a los alumnos qué hacer.»

Qué hacer es un experimento literario, escrita en Barcelona, en pleno confinamiento de la pandemia del COVID-19, inmerso en una situación global de aislamiento y crisis que influyó profundamente en la percepción del tiempo, la realidad y las emociones. Los personajes y las situaciones se mueven en un flujo temporal indefinido, acorde con la sensación de atemporalidad. Esta alteración social resonó con el estilo de Katchadjian, quien ya es conocido por explorar lo absurdo, lo fragmentario y lo onírico, y aquí encontró un terreno fértil para expandir sus ideas. El confinamiento obligó a las personas a limitarse a sus hogares o espacios cerrados, y esa clausura física se tradujo en una atmósfera de introspección y de escenarios mentales para la obra. Katchadjian utilizó esta limitación espacial como un catalizador para la expansión de mundos imaginarios, rompiendo con las barreras físicas y trasladando la acción a un plano más conceptual y onírico, para desestructurar la narrativa tradicional y cuestionar nuestras expectativas de lectores. El efecto que se siente es desconexión, incertidumbre y absurdo, donde lo banal adquiere un dominio de lo profundo.

«Les preguntamos a los alumnos qué hacer. Hay un silencio bastante largo que se quiebra cuando le damos la palabra a un alumno que está levantando la mano. El alumno se para y dice: lo que hay que hacer es acabar con el tercer período. Todos empiezan a hablar a la vez y a discutir sobre lo que el alumno dijo, pero nadie sabe qué quiere decir. Le preguntamos a él, le pedimos que nos explique, pero nos dice que no sabe lo que dijo, que la voz que le salió no era de él, y realmente su voz es ahora bastante diferente de la otra; menos firme y menos convincente.»

Durante su incursión por este laberinto de espejos rotos, Katchadjian encontró apoyos en León Bloy, Honoré de Balzac, John Donne, Lawrence de Arabia, Rubén Darío, Lautréamont e Ilya Kabakov, para que la fuerza de su escritura y su intelecto introspectivo pudieran convertirse en un faro hacia la transformación personal frente al conflicto, el surrealismo, la alienación y el absurdo, en los momentos más disruptivos y provocativos de nuestra historia como civilización. En Qué hacer, la influencia de estos nombres trasciende el homenaje, ya que son puntos de anclaje desde los cuales Katchadjian enfrenta el caos. Cada uno de ellos representa una pieza clave en este mosaico narrativo. Desde la ironía desgarradora de Lautréamont hasta la precisión social de Balzac, el autor logra intersecar los mundos internos y externos, reflejando el carácter fragmentado de la modernidad. La introspección espiritual de Donne y la desbordante imaginación de Rubén Darío resuenan en un texto que busca lo sublime incluso en el absurdo. Así, Qué hacer no solo refleja el confinamiento como espacio creativo, sino que se convierte en una alegoría de la lucha humana por el significado, donde Katchadjian ofrece una cartografía literaria que ilumina lo más profundo de la imaginación y lo cotidiano.

«Creo que es bastante evidente lo que hay que hacer, pero lo que habría que ver antes es si se puede decidir y si hay que decidir o no, porque habría al menos dos opciones: o el problema está en que no se puede decidir o está en querer decidir cuando no hay que decidir sino actuar. Quiero decir que quizá el problema sea que uno piensa que tiene que decidir cosas en ocasiones en las que la decisión de tomar una decisión sólo puede resultar un problema.» 

miércoles, 13 de noviembre de 2024

Cosas vivas, de Munir Hachemi

Literatura viva. Munir Hachemi es un acérrimo borgiano con influencias literarias rioplatenses. Su visión, como arquitecto de sueños circulares, intuye que estamos viviendo una época de apocalipsis psicótico, que en España comenzó a percibirse  desde la crisis del 2008 y seguidamente durante la pandemia, pero que no termina de culminar. En esta obra, como cartógrafo del infinito, crea un thriller laboral que arranca con cuatro amigos que salen hacia el sur de Francia para trabajar en la vendimia y el azar les arroja al mundo de los empleos agrarios, las granjas avícolas y los cultivos transgénicos gestionadas por macrocorporaciones globalistas. La precariedad y su estigma de inmigrantes les arrincona en un estatus social   irritante. Lo poco que van ganando les permite pagar el alojamiento en un camping e interactuar con sus diversos vecinos, añadiendo más capas literarias que nos invitan a perdernos en múltiples dimensiones y perspectivas, para abordar temas sociales y políticos de manera no convencional.

«En nuestros viajes en el Suzuki y en los ratos muertos en el camping de la última semana habíamos hablado de conspiraciones, de la relación entre las inyecciones de antibióticos, les champignons, el maíz transgénico y la alta incidencia del cáncer en las poblaciones de todo Occidente.»

Cosas vivas   juega irónicamente con la figura del autor y los límites entre lo real y lo ficticio. Es una parodia del género de la autoficción y a la vez una reflexión sobre la normatividad y el cuerpo, cuestionando qué es la "norma" y cómo afecta a las relaciones humanas, con el fin de romper con lo establecido y desafiar los límites de lo narrativo. La obra aborda de manera crítica la hiperexposición de la vida personal en el mercado literario, y explora cómo esta dinámica afecta la percepción de la obra y el autor. Hachemi utiliza el lenguaje como herramienta política, explorando sus límites y su capacidad para subvertir las estructuras tradicionales, pues supone tanto un medio de opresión como de liberación. Estas características han consolidado a Cosas vivas como una obra clave en la literatura española reciente, reconocida por su profundidad temática y originalidad narrativa.

Hachemi es un Huracán en Papel y uno de los autores más prometedores de su generación, en una línea de continuidad con autores como Rafael Pinedo, Ricardo Piglia o Julio Cortazar. Con su agudeza narrativa y su frescura literaria, se posiciona como un fenómeno generacional que reinventa la autoficción al estilo de Rachel Cusk, pero con la irreverencia y profundidad conceptual de Roberto Bolaño. Su capacidad para desnudar la normatividad y explorar el lenguaje como un acto político lo distingue en un panorama dominado por voces tradicionales. Con menos de 35 años, Hachemi demuestra una madurez literaria que lo proyecta como uno de los renovadores más prometedores de la narrativa española actual.


lunes, 11 de noviembre de 2024

Barlock. Los hijos del gran búho, de Estanislao Medina Huesca

Literatura comprometida. Estanislao Medina es uno de los grandes escritores contemporáneos que no sólo posee el genio de la expresión artística, sino que además tiene la virtud de despertar conciencia en el lector ávido de explorar otras sociedades, al denunciar injusticias sociales, políticas y culturales desde una perspectiva crítica. 

«Hizo que entendiera que el ser humano nunca dejó ni dejará de ser un animal con corbata.»

Barlock aborda cuestiones profundas sobre el poder, la corrupción y las dinámicas de opresión en Guinea Ecuatorial. A través de esta obra, Medina Huesca no sólo crea una narrativa atrapante, sino que también realiza una crítica mordaz al sistema político y social de su país, mostrando como el abuso de poder afecta la vida de las personas y perpetúa un ciclo de injusticias.

«No vimos nada sobre la historia africana, a pesar de vivir desde siempre en África. Nada sobre Thomas Sankara, nada sobre Nelson Mandela [...]. Nada sobre Amin Dadá, nada sobre el periodo de ocupación española en territorio guineano, nada sobre la organización de los pueblos guineanos antes de la colonización, nada sobre los puertos de esclavos, ni los cientos de guineanos esclavizados, nada sobre la historia del pueblo bantú y de la ramificación del mismo, nada sobre la historia bubi, la fang, la annobesa o la ndowe. Nada de nada, simplemente historia occidental, pura y dura. Nos evaluaban por conocer la historia de otros antes que la nuestra.»

La trama se desarrolla en un día aparentemente normal que se torna extraordinario para el protagonista, un taxista sin licencia en Malabo. A medida que avanza la historia, se van revelando las complejidades de la vida cotidiana en Malabo, las tensiones sociales, la corrupción y los desafíos que enfrentan sus habitantes. 

El protagonista, un taxista corpulento que trabaja sin licencia, es un personaje complejo que lucha con sus propios demonios internos mientras navega por las calles congestionadas de Malabo. Su perspectiva ofrece una visión cruda y honesta de la realidad ecuatoguineana. La novela critica la corrupción y la informalidad en el sistema de transporte, las tensiones religiosas y la hipocresía de algunos líderes espirituales, la ineficiencia de los servicios públicos o la deficiente infraestructura urbana, así como desigualdades sociales y económicas.

El padre del protagonista, conocido como el "Gran Búho de Rebola", es una figura enigmática durante toda la novela, que añade una dimensión mística a la historia, vinculando las tradiciones ancestrales con la realidad contemporánea de Guinea Ecuatorial. Otros personajes significativos, incluyen a sacerdotes, representando la hipocresía de la institución católica; o militares corruptos, cuya aparición añade un elemento de tensión a la narrativa; o cargos universitarios que aprovechan su poder para acometer coacciones inmorales contra las alumnas; o brujos de renombre que se pelean con sus propias pócimas a vida o muerte; y una largo etcétera de identidades que muestran de fondo la diversidad de lenguas en Malabo, fang, bubi, yassa, annobonés, español, francés... pudiendo todas unificarse con la lengua pichi.

Medina Huesca emplea una narración en primera persona que permite al lector sumergirse en los pensamientos y sensaciones del protagonista. En alguno capítulos esta misma técnica la utiliza con la voz de su hermana. El lenguaje es directo y coloquial, salpicado de expresiones locales que añaden autenticidad al relato. El autor hace un uso efectivo del monólogo interior para revelar las ansiedades y reflexiones del protagonista y otros personajes, creando un contraste entre su mundo interior y el caos exterior de la ciudad. Además, la estructura episódica de la obra permite a Medina Huesca explorar diferentes facetas de la vida en Malabo, creando un mosaico de experiencias que, en conjunto, ofrecen una visión panorámica de la sociedad ecuatoguineana.

Barlock: los hijos del gran búho se inscribe en la tradición de la literatura africana postcolonial que busca retratar las realidades complejas de las sociedades africanas contemporáneas. La obra de Medina Huesca dialoga con otras voces africanas que han utilizado la narrativa como medio de crítica social y política. El contexto histórico de Guinea Ecuatorial, con su pasado colonial español y las complejidades de su desarrollo postcolonial, es fundamental para entender las tensiones y contradicciones que la novela explora. Es una obra significativa en la literatura ecuatoguineana contemporánea. A través de su narrativa ingeniosa y su crítica mordaz, Estanislao Medina Huesca ofrece una visión penetrante de las complejidades y contradicciones de la sociedad de Guinea Ecuatorial. La novela no solo entretiene, sino que desafía al lector a reflexionar sobre las realidades sociales y políticas de un país en constante lucha entre la tradición y la modernidad. Su final es imborrable. Requiere una segunda parte, así que quedo a la espera de su talento literario para cerrar la historia de esta humana familia. Estamos ante un Huracán en Papel encomiable, procedente de África y que escribe en nuestro idioma. ¡Blum!


martes, 5 de noviembre de 2024

Proyecto Hail Mary, de Andy Weir

Una obra absurda, histérica y sobrevalorada que produce cansancio, megalomanía y desinterés. Proyecto Hail Mary es ciencia ficción soft con un insignificante veinte por ciento hard para justificar esta inerte distopíaLogrando un comienzo misterioso, gracias al manido recurso de la amnesia, se va perdiendo en una atmósfera inviable creando una historia tan rocambolesca e inverosímil que no deja espacio para la más mínima lógica. El protagonista, Ryland Grace, crea un juego de  pseudocientificismo tan espeso y enrevesado que termina por desmoronarse en los primeros diez capítulos. No tiene sentido el argumento del enfriamiento de la Tierra; ni el de los astrófagos o bacterias que consumen la energía de las estrellas; ni el de la tripulación seleccionada según sus genes para sobrevivir a un coma prolongado; ni la posibilidad de un viaje interestelar con esos mismos astrófagos como energía de propulsión. Tampoco es plausible que la vida pueda surgir sin agua, y menos aún, por medio de amoníaco. Todo en este proyecto es soft aunque la vendan como hard puro. La trama anuncia que en veinte años la humanidad se extinguirá por una hambruna debido a la pérdida de energía solar en el planeta. Entonces, un sólo un hombre ―Ryland―, presentado como el Homo Deus enaltecido por sus conocimientos científicos acepta la misión suicida de embarcarse en una nave con falta de combustible rumbo hacia Tau Ceti, una estrella lejana que permanece brillante y podría darles la solución al problema. Así que el lector deberá ser guiado durante toda la narración por un personaje profundamente nihilista y engreído que acepta largarse a más de doce años luz de distancia. Esto se va revelando gradualmente a través de flashbacks mientras va saliendo de su amnesia. La novela avanza en base a una visión utópica hiperfuturista de la nave en la que viaja mientras de fondo lucha por una escéptica supervivencia. Como no se aprecia ningún sentido lógico a este viaje, que en principio tenía tintes ecológicos, surge el  contacto con el primer alienígena de la historia de la humanidad, un eridiano del sistema 40 Rocky―, que tiene cinco patas que le salen de un caparazón central y que es más pequeño que un perro labrador. Rocky es ingeniero y representa a su especie y también ha aceptado la misma misión suicida para salvar a su planeta Eríd. Su alianza se basa en el intercambio de conocimientos científicos y tecnológicos. Rocky ayuda a Grace a reparar y optimizar la nave en varios puntos cruciales, y Grace, con su conocimiento soft sobre biología y física, aporta soluciones esenciales para la supervivencia de ambos. Este personaje tan antiestético e imaginario no funciona en una trama hard, y el tedio se apodera de toda la lectura, por culpa de extensas conversaciones ridículas y repetitivas de una pesadez  insoportable, prolongando la desgana a más de dieciocho horas de narración. Así que, el lector que sea capaz de llegar al final habrá completado el registro de otro esperpento interestelar más, procedente de las neuras de Silicon Valley, para repetir el mantra de un cowboy espacial que va de salvador de la humanidad gracias a la dudosa tecnología creada por megacorporaciones capitalistas, al estilo del SpaceX de Elon Musk, con la que poder huir hacia mundos infundados y así seguir colonizando el universo con la inverosímil y falsa colaboración de un alienígena arácnido. Un absurdo total. Ryland Grace demuestra nula empatía por la humanidad que está sumida en la posibilidad de una extinción por una nueva Edad de Hielo. La taumoeba que les envía, tras descubrir que es el microorganismo que consume al astrófago,  solo es un gesto de su engreimiento científico para postularse como el Homo Deus de toda vida en las galaxias. Lo que está deseando es adueñarse intelectualmente de Eríd para que seguidamente la maquiavélica Eva Stratt pueda entrar con sus operativos privados y esquilmar otro Amazonas eridiano, extraer cobalto u otras mercancías que deseen para su Fondo Global de Defensa de las Naciones Unidas, una macrocorporación con fines lucrativos.

«Los eridianos hacen todo lo que les pido.»

En realidad es Andy Weir el que sufre verdaderos episodios amnésicos, por que si lo que pretendía era crear una ciencia ficción hard, ha cometido el grave error de darle la espalda a investigadores de la talla de Carl Sagan, quienes constataron científicamente, antiguos testimonios que nos recuerdan que los aliens ya visitaron Sumeria, el Imperio Maya y Egipto y compartieron con todas estas civilizaciones, la agricultura, el alfabeto y la astronomía. Esto significa que ya hubo contacto con alienígenas y por lo tanto, que nos conocen. Así que en la actualidad, puestos a suponer un escenario hard, estos mismos alienígenas se mantienen distantes y horrorizados con nuestras formas de vida siempre en guerra. Y además siguen monitoreando la Tierra con sus ovnis, sin tomar contacto públicamente, porque repudian el camino sin salida al que el capitalismo mundial está conduciendo al planeta, y sólo esperan una catástrofe sin precedentes, como una guerra nuclear o un avance de no retorno del calentamiento climático, para salvar a los pueblos oprimidos de la barbarie. 

Proyecto Hail Mary de Andy Weir es otro clon del mismo relato monolítico hollywoodense y sus jerarquías occidentales atestadas de ambición por conquistar, someter, esclavizar y robar bienes naturales de otros mundos como ocurrió en América, África, Oceanía o Asia. Lo que Andy Weir ignora o no quiere contemplar es que cuando los pueblos originarios de esos mundos se enteren de que los visitantes terrícolas representan al 1% de los miembros de su especie, y que abandonaron al 99% restante a merced de la catástrofe ambiental y la miseria que ellos mismos sembraron, los alienígenas se horrorizarán tanto que les cerrarán las puertas de su planeta. Los alienígenas se espantarán y no comprenderán cómo es posible que una civilización tan avanzada haya puesto toda su economía y tecnología al servicio de tanta injusticia y tanto desastre. Porque esta alteridad extraterrestre es tan incalculable y tan imprescindible que resistirá a toda esta irracionalidad. Así que cuando los representantes de estos multimillonarios aterricen en un exoplaneta, los echarán de una patada en el culo por crueles e injustos y les exigirán que lo primero que deben hacer es cuidar de su Pachamama y sólo cuando aprendan esto se les permitirá visitar otros Pachamamas. 


jueves, 31 de octubre de 2024

Las tres vidas de Sofonisba, de José Docavo Alberti

Narrativa histórica disruptiva con tintes de realismo mágico. Las tres vidas de Sofonisba es ficción especulativa con un enfoque crítico en el devenir de la sociedad, desde el anhelo de lograr una verdadera paz mundial reconsiderando nuestra moneda de cambio. 

Nada más leer la primera página me encontré inmerso en un viaje que atraviesa épocas y culturas remotas, explorando el poder del arte, la ciencia, las guerras y los conflictos económicos de la humanidad. Docavo Alberti nos presenta una trama audaz y adictiva, que no solo salta del Renacimiento al presente, sino que también se adentra en la economía actual a través de una reflexión sobre el dinero FIAT y la posibilidad de Bitcoin como alternativa a esta estafa mundial que crean los bancos. La estructura en tres tiempos no deja respiro. Cada capítulo acelera el ritmo, convirtiendo la lectura en una experiencia vertiginosa.

Las tres vidas de Sofonisba sigue a tres mujeres llamadas Sofonisba en distintas épocas —el Renacimiento, la Segunda Guerra Púnica y el presente— y explora un enigma vinculado a un cuadro que podría cambiar la humanidad. Esta estructura sugiere una narrativa compleja y rica en temas de autodestrucción y codicia humana, conectando el pasado con el presente. La riqueza de su trama, la sencillez de sus personajes y su audaz tratamiento de los problemas actuales la convierten en una lectura imprescindible para quienes buscan una novela ágil ambientada en la península ibérica y que además les despierte a la realidad de las criptomonedas, sin esperar un profundo desarrollo.

Docavo ha conseguido dominar la narrativa intertemporal de una forma ingeniosa e impecable, permitiendo al lector fluir entre diversas épocas sin confusión y con una expectación creciente. La prosa dinámica, con descripciones ricas pero sin excesos, facilita un ritmo veloz y produce un potente entretenimiento con un final que te dejará muy sorprendido. Esta es una literatura de relámpagos, creada a fuego lento y muy pulida, que existirá y será posible de dispositivo a dispositivo entre comunidades subversivas como las que leyeron a Stendhal o a Neal Stephenson. ¡Blum!