Metaliteratura de tránsito. Paul Auster siempre es una incógnita. Este relato supuso la apertura a Trilogía de Nueva York, la obra que reinventó el género policíaco a modo quijotesco y con la que entró en diálogo profundo con la identidad y la realidad contemporánea, aquejada de fragmentación. Paul Auster se escinde y se entrelaza entre realidad y ficción.
En mitad de la noche, alguien llama por teléfono a Daniel Quinn, un escritor de novelas policíacas que firma bajo pseudónimo y que ha renunciado a su carrerra como poeta. La voz al otro lado de la línea pregunta insistentemente por un investigador privado llamado Paul Auster, porque quiere encomendarle una misión. Quinn decide dejarse llevar por la casualidad y asumir la identidad de detective, como si se tratara del protagonista de una de sus novelas. La escusa perfecta para perderse por las calles de Nueva York, el laberinto del Nuevo Mundo.
Ciudad de cristal bosqueja el futuro de las esperanzas humanas y nos da la pista para nuestra salvación: convertirnos en los amos de las palabras que decimos y hacer que el lenguaje responda a nuestras necesidades.
El hombre es un ser caído. Se cae del muro y nadie puede volver a juntar los pedazos; ni el rey, ni sus caballos, ni sus hombres. Su misión consiste en juntar los pedazos del huevo que todos representamos, un ejemplo de lo por venir y puro potencial. Les gustará la lectura. Es catártica. ¡Disfruten!
1 comentario :
Suena muy bueno, será el próximo, si lo encuentro.
Publicar un comentario