Esta fábula ha sido publicada en España el 16 de enero. Fue uno de los tres libros más importantes de la feria de Fráncfort 2007 y a su vez ha sido comparado con La carretera de Cormac McCarthy y El oso de William Faulkner.
El escritor Joseph Smith es un filósofo de 29 años que da clases de piano a los hijos de sus vecinos y que ha visto cómo, en apenas un año, esta breve fábula se ha publicado en una decena de idiomas. Con gran impacto en las ferias de Londres y de Fráncfort del año 2007, Smith ha presentado esta obra, publicada por Mondadori, en la que ofrece una reflexión sobre el animal, el hombre y la naturaleza. Este joven escritor ha conseguido una historia breve pero de una gran intensidad. La fábula rezuma espiritualidad y salvajismo en aras de la supervivencia. Nos expresa el lenguaje de los animales a través del significado de las imágenes que sus cuerpos y sus ojos proyectan. Pone todo su talento en captar dichas percepciones y sutilezas. Dentro de esta aventura viviremos pasajes que nos someterán a juicios filosóficos ineludibles. La caza depredadora. La granja del peligro. El zorro y su astuto secreto. La laguna nauseabunda. El cisne y la libertad. El silencio compasivo. La muerte de los débiles.
En un paisaje invernal e inhóspito, la voz de un lobo hambriento irrumpe en nuestra mente. Es un depredador feroz y través de sus ojos sabrás cómo se siente la nieve entre sus patas, la textura de la carne entre sus dientes y el sabor de la sangre en su boca. La dureza del invierno empieza a ser un desafío a su supremacía y a su entendimiento de sí mismo. Y cuando el lobo se encuentra con un depredador tan hambriento como él, un competidor al cual debería matar, lo duda... y se embarca en un viaje extraño que le demuestra que, antes de poder enfrentar su propia mortalidad, debe enfrentar su propia naturaleza. El lobo es una novela singular que embarca al lector en una travesía inolvidable por un paisaje desolador y lo obliga a ver el mundo a través de los ojos de un cazador, con todo su salvajismo, terror y magia.
"¡Compadezco a todos los débiles! A todos los que por tendencia, defecto o fuerza mayor tienen que correr por la tierra despavoridos ante sus propias carencias mientras yo existo, más fuerte y veloz, más rápido de mente, y para saciar el hambre debo lanzarme desde las sombras tras ellos con ojos ardientes y ser su asesino. (...) Ahora yo también soy demasiado débil, como ellos. Las heridas me han rebajado a errar entre ellos con miedo a la muerte y el sufrimiento y, si antes conocía la lástima, ahora que estoy débil, la siento."
Tras devorar con impaciencia e intriga las letras de esta intensa fábula me queda disfrutar de la moraleja que subyace a tan trascendente relato. Este lobo sin nombre ha llegado para despertarnos de nuevo a la vida, aunque el autor manifieste que su intención fue únicamente entretenernos como lectores. Desde Huracanes en papel alzo mi voz para expresar que en esta fábula hay mucho más que un simple pasatiempo literario. Joseph Smith demuestra ser un experto en percepción y conocimiento, un urbanita londinense capaz de rescatar y mostrar la furia vital que anida en nuestra primigenia naturaleza. Una furia que en su caso delata su ímpetu lobezno por adentrase con valentía en el Bosque de la Literatura. Esperaré su próxima literatura con especial interés.
En Inglaterra, Amis, McEwan y Banville ya tienen a un prosélito que les sigue la pista. Disfruten de los neófitos. Aullarán de placer.
El escritor Joseph Smith es un filósofo de 29 años que da clases de piano a los hijos de sus vecinos y que ha visto cómo, en apenas un año, esta breve fábula se ha publicado en una decena de idiomas. Con gran impacto en las ferias de Londres y de Fráncfort del año 2007, Smith ha presentado esta obra, publicada por Mondadori, en la que ofrece una reflexión sobre el animal, el hombre y la naturaleza. Este joven escritor ha conseguido una historia breve pero de una gran intensidad. La fábula rezuma espiritualidad y salvajismo en aras de la supervivencia. Nos expresa el lenguaje de los animales a través del significado de las imágenes que sus cuerpos y sus ojos proyectan. Pone todo su talento en captar dichas percepciones y sutilezas. Dentro de esta aventura viviremos pasajes que nos someterán a juicios filosóficos ineludibles. La caza depredadora. La granja del peligro. El zorro y su astuto secreto. La laguna nauseabunda. El cisne y la libertad. El silencio compasivo. La muerte de los débiles.
En un paisaje invernal e inhóspito, la voz de un lobo hambriento irrumpe en nuestra mente. Es un depredador feroz y través de sus ojos sabrás cómo se siente la nieve entre sus patas, la textura de la carne entre sus dientes y el sabor de la sangre en su boca. La dureza del invierno empieza a ser un desafío a su supremacía y a su entendimiento de sí mismo. Y cuando el lobo se encuentra con un depredador tan hambriento como él, un competidor al cual debería matar, lo duda... y se embarca en un viaje extraño que le demuestra que, antes de poder enfrentar su propia mortalidad, debe enfrentar su propia naturaleza. El lobo es una novela singular que embarca al lector en una travesía inolvidable por un paisaje desolador y lo obliga a ver el mundo a través de los ojos de un cazador, con todo su salvajismo, terror y magia.
"¡Compadezco a todos los débiles! A todos los que por tendencia, defecto o fuerza mayor tienen que correr por la tierra despavoridos ante sus propias carencias mientras yo existo, más fuerte y veloz, más rápido de mente, y para saciar el hambre debo lanzarme desde las sombras tras ellos con ojos ardientes y ser su asesino. (...) Ahora yo también soy demasiado débil, como ellos. Las heridas me han rebajado a errar entre ellos con miedo a la muerte y el sufrimiento y, si antes conocía la lástima, ahora que estoy débil, la siento."
Tras devorar con impaciencia e intriga las letras de esta intensa fábula me queda disfrutar de la moraleja que subyace a tan trascendente relato. Este lobo sin nombre ha llegado para despertarnos de nuevo a la vida, aunque el autor manifieste que su intención fue únicamente entretenernos como lectores. Desde Huracanes en papel alzo mi voz para expresar que en esta fábula hay mucho más que un simple pasatiempo literario. Joseph Smith demuestra ser un experto en percepción y conocimiento, un urbanita londinense capaz de rescatar y mostrar la furia vital que anida en nuestra primigenia naturaleza. Una furia que en su caso delata su ímpetu lobezno por adentrase con valentía en el Bosque de la Literatura. Esperaré su próxima literatura con especial interés.
En Inglaterra, Amis, McEwan y Banville ya tienen a un prosélito que les sigue la pista. Disfruten de los neófitos. Aullarán de placer.
Fuente de foto: "Metarretrato".- Tránsito®
3 comentarios :
Parece un libro mejor que otros similares que se han publicado recientemente con una extensión similar (más fruto de la incapacidad del autor por llevar adelante una historia que por convicción estética) y vocación de superventas.
Habrá que revisarlo en la próxima visita a la librería. Gracias por la recomendación.
Saludos Tránsito, en tu blog me siento como en la más cómoda y confortable biblioteca, como en esas que tu muestras en las fotografias, leo saboreando y disfrutando de la buena música con que acompañas la lectura.
Chicago.
Refiriéndome al Lobo, lo que en él se da a entender, es una gran verdad. Con el crecimiento de la población mundial,
surgen factores como el desempleo, hambre,inseguridad y desaciertos políticos entre otros, que hacen surgir
a estos depredadores y si queremos regresar a casa después de un largo día, debemos ver a nuestro alrededor, con ojos de cazador. Ivor Osorio.
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