HURACANES EN PAPEL™ - Reseñas literarias

Sólo me queda esperar la aparición de un Nuevo Tifón Literario de magnitud cinco como los producidos por Mikhail Bulgakov, Thomas Pynchon o Roberto Bolaño. Ese día llegará y mi búsqueda no habrá sido en vano. Huracanes en papel™ 2007-2024

domingo, 7 de abril de 2013

Perdida, de Gillian Flynn

Curioseando por l'actualité litterairé encontré esta novela, calificada como la obra que desbancaba, por fin, el protagonismo enfermizo que los residuos de Grey propaló con romo afán por las barriadas incautas de la literatura del bestseller. Nunca pensé que después de la Trilogía Larsson la sombra deformada de la literatura de masas fuera tan baladí y mucho menos con un tema que ya fue lúcidamente explorado por el pasional Sacher-Masoch con La venus de las pieles, hace 143 años. Así que por el simple hecho de descubrir una posibilidad de tránsito, mi segundo movimiento fue accionar desde la Galaxy Tab 7" el buscador de Google Books y al dar con ella, leí todo lo que la muestra preparatoria me permitió. Era domingo. Al día siguiente me impacientó tener que esperar dos días para adquirir esta ficción Perdida de Gillian Flynn. Me atrapó su lectura, pero esperé, porque no soporto renunciar al contacto con el papel y mucho menos sentir ese vacío visual en los estantes de mi anaquel literario al consumir la obra. El e-book se diluye mientras que el libro, permanece. Tercer acto. Contención. Cuarto acto.  Llegó el día. Era un martes y la compré, y en la librería hablando con la dependienta, me dijo:—Será fácil superar a E.L. James—. Y me habló de Franck Thilliez. Quinto acto. La leí, en cada lapso de abstracción, en casa, en la playa. Con intermitente atención. Sexto acto. Ya estoy aquí. 

Chic-lit cutre de serie B importada de EEUU como si fuera la revelación del 2013. Love Story esperpéntica, previsible, mal escrita, ridícula y asombrosamente aburrida. Ahora sí que el estrato del pest-seller ha tocado fondo. Mañana mismo, me vuelvo a la librería a devolverlo. No hay espacio en mis estanterías para estas bufas comerciales. El fenómeno Grey está generando una nefasta epidemia de "libros para olvidar" que ponen en riesgo el sano criterio de las editoriales para entregar al lector obras mínimamente aceptables. Rodrigo Fresán se ha caído con todo el equipo, por mucho que quiera darle pompa a esta insustancial novela. La protagonista Amy Elliot Dunne no está perdida, está tan desfasadamente enloquecida y es tan ilógicamente perversa, que lo único que despierta es el hazmerreír del thriller. Séptimo acto. Me lanzo a la búsqueda de una verdadera obra literaria. Ahora sí que me tengo que desintoxicar. Tengan mucho cuidado. Clic.

4 comentarios :

Madison dijo...

O sea, que paso de esta lectura ¿no?
Es que ando escasa de tiempo, he terminado el último de Kirmen Uribe y me ha dejado muy buen sabor de boca.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Muy mal escrita; tú en cambio es que escribes divinamente, rey. A la vista está qué prosa tienes.

Anónimo dijo...

Me sorprende esta crítica pues a mí me parece un buen libro, novedoso en su forma de contar la historia utilizando las diferentes versiones de marido y mujer decaladas en el tiempo, y con los personajes bien definidos. Quizá el final se va un poco de madre para mi gusto, pero el resto es altamente recomendable y adictivo.
Desconozco la calidad de los Grey que comentas, pero por lo leído en otras críticas, no son comparables.
No por ser bestseller tiene que ser malo. El Quijote y Cien años de soledad tambien son superventas. Cierto que a mi a veces también me pueden estos prejuicios y me condicionan para no acercarme a ciertos libros, pero en este caso, merece la pena.
Saludos.
JJJM

Reader dijo...

No podías haber expresado mejor lo que me ha producido este libro: aburrimiento, risa en algunos momentos. ¡Qué mal escrita está!¡Qué personajes tan poco elaborados e irreales! (sobre todo uno de los secundarios que sale en la última parte).
Además, no sé si a alguien le pasó igual que a mí, pero las historias de Amazing Amy que escriben los padres me sonaron muy a plagio de las historias de Brenda Chenowith en la serie "A dos metros bajo tierra", vamos, calcaditas.
Seguro que hay algo mejor que leer en las librerías. No perdais el tiempo