HURACANES EN PAPEL™ - Reseñas literarias

Sólo me queda esperar la aparición de un Nuevo Tifón Literario de magnitud cinco como los producidos por Mikhail Bulgakov, Thomas Pynchon o Roberto Bolaño. Ese día llegará y mi búsqueda no habrá sido en vano. Huracanes en papel™ 2007-2024

viernes, 21 de octubre de 2016

Los bosques de Nyx, de Javier Tomeo

Literatura sorprendente. Llegó a mis ojos esta obra de Javier Tomeo, en una fría tarde de otoño, en la que las temperaturas bajaron y el cierzo me instigó a cerrar todas las puertas y ventanas del salón para que no fuera herido la calidez de mi hogar . En ese momento, mi concentración era toda propiedad de Los bosques de Nyx. Me olvidé de quien era, desaparecí en el tiempo, fui lanzado a un lugar sin espacio, en el que tomó presencia Esquilo, Sófocles, Eurípides, Menandro y Homero.

Nyx, en la mitología griega, es la diosa de la Noche, hija del Caos y hermana de Erebo, con quien se une para engendrar a Éter, la luminosidad y puro brillo, y a una serie de divinidades, la mayoría de ellas abstracciones personificadas como la Muerte, el Dolor, el Sueño, el Destino, la Perdición, el Castigo Merecido, el Fraude, la Senectud, la Discordia, la Amistad, la Ternura, la Hijas de la Tarde, el Engaño. Nyx representa las tinieblas sublunares, mientras que Erebo es la expresión de la noche subterránea. Nyx posee un carro tirado por caballos negros que atraviesan el cielo envuelto en su sombrío manto cubierto de estrellas y es considerada como la "buena consejera" a la que se veneraba en compañía de Apolo, sacrificando para ella, gallos y ovejas negras. Su figura animal es representada por el búho y la adormidera o la amapola del opio. Nyx es una de las figuras mitológicas que más personalidad adquirieron en la poesía y en el arte, a pesar de no haber tenido un culto popular ni altares. Nyx es el centro de esta pieza literaria.

Los bosques de Nyx narra la historia de doce mujeres que perdieron a sus seres amados en la Guerra de Troya sin renunciar a sus tristes recuerdos porque saben que olvidar significa tanto como renunciar definitivamente a todos aquellos a quienes una vez amaron. Así que no están dispuestas a hacerlo. No importa que sus corazones se han convertido en inmensas necrópolis. Ellas viven en su espacio mágico amasando desesperadamente sus penas, tratando de recuperar las lágrimas perdidas. Pero un día, penetra en el bosque un Mensajero. Procede de una nueva guerra y propone a las mujeres que regresen con él al mundo de los vivos. La misión de las doce heroínas no es fácil. Habrán de ser ellas quienes, alzándose sobre sus recuerdos y aureolas por sus respectivas tristezas, se ofrezcan a los nuevos combatientes como símbolo de dolor que nunca se extingue, para convencerles para que abandonen las armas y regresen definitivamente a la paz. Si ésto lo consiguen podrán encontrar por fin justificación a sus viejas penas y, sobre todo, a la muerte de todos los viejos guerreros que ellas amaron un día sin más límites que los que señaló la eternidad de sus almas inmortales.

En torno a la negra hoguera de la guerra, Javier Tomeo convoca a un aquelarre a doce heroínas del teatro griego para mantener un apasionante y vivaz debate sobre los desastres bélicos, la fascinación de los hombres por la herencia de Marte y el dolor reflexivo e infinito de las mujeres. Se trata de un relato didáctico de gran profundidad emocional al que todo el mundo puede adentrarse, pues ha sido forjado en esa mágica dimensión que se encuentra entre la literatura de siempre y la ciencia-ficción del mañana, que sólo es posible en nuestra mente. El Diálogo de las Muertas fue una excepción en la narrativa tomeana siempre inundada de personajes estrictamente masculinos donde las mujeres actúan como mero contrapunto. Los bosques de Nyx están regidos por una comunidad matriarcal que ha embrujado esta recóndita arboleda en un letargo abismal, y ellas, heroínas de la Antigüedad  van a ser reclamadas  en una noche tenebrosa para manifestar con todo el esplendor de la razón y el corazón unidos, lo absurdas que son las guerras, hasta poner en pie de paz a griegos y troyanos. ¡Magistral Javier Tomeo! Integra la brevedad de Chéjov con la potencia argumental de Samuel Beckett. No ha podido llegar a mi vida en un momento de mayor sincronicidad. Mañana justo me han programado una salida de fin de semana al bosque para celebrar mi cumpleaños. Así que allí plantaré satisfecho, mi espíritu en ascensión, en actitud de paz con el Universo. ¡Tránsito!


«Sea cual fuere el bando en el que se luche, las guerras son un negocio de unos pocos»



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