HURACANES EN PAPEL™ - Reseñas literarias

Sólo me queda esperar la aparición de un Nuevo Tifón Literario de magnitud cinco como los producidos por Mikhail Bulgakov, Thomas Pynchon o Roberto Bolaño. Ese día llegará y mi búsqueda no habrá sido en vano. Huracanes en papel™ 2007-2024

jueves, 20 de julio de 2023

La conjura contra Porky, de Fernando Vallejo

 

Fernando Vallejo es un Erasmo Moderno de Medellín en versión atea y verborreica que ataca con ánimo iracundo todos los estamentos de la sociedad, utilizando cada frase como balas 9mm Parabellum para agujerear las ficciones de la religión, el teatro de los estados, la inconsistencia de la ciencia, la esquizofrénica hipocresía, la literatura artificiosa y cualquier tema que se aparte del color de su razón nacida en Colombia. Vallejo escribe ahogado en su frustración más colérica. No queda ni un sólo remanso de paz en las líneas de esta obra, excepto para su perra Brusca, compañera en su soledad. 

El dolor que sale del cargador de esta pistola está lleno de balas de engaño y cada proyectil es un recuerdo amargo alojado en el corazón. La frustración es el gatillo, tentando constantemente con su presencia, listo para disparar una y otra vez, manteniendo a la mente en un perpetuo estado de tensión. En el barril de la pistola, se hospeda su cruel tristeza, esperando el momento oportuno para liberarse y hundir su huella indeleble en el alma del lector, dejando a su paso una estela de desolación y cicatrices invisibles. Máxima violencia crítica en La conjura contra Porky. Un ejercicio de entereza y tolerancia es lo que supone aguantar esta obra del espanto. He salido fortalecido. ¡Blum!

miércoles, 5 de julio de 2023

Hijos de la fábula, de Fernando Aramburu

 


Aramburu ha perdido su fuerza satírica. Tras leer Patria esta novela se queda transformada en un minúsculo juguete cómico. La historia de Hijos de la fábula es rebajada a simples andanzas quijotescas entre dos jóvenes vascos, Asier y Joseba, que ambicionan mantener viva la llama de ETA para lograr el sueño de una Heuskal Herria. Los personajes son inverosímiles, la trama es descabellada y el final grotesco. Se ha caído en su proyecto ético de apresar la realidad vasca. Y no sólo ha supuesto un hundimiento literario sino que ha demostrado su incapacidad para tratar como escritor la complejidad del pueblo vasco, errando con la misma frivolidad con la que Christian de Neuvillette entró en Moulin Rouge. Aramburu se distrae en lo efímero y el resultado se confirma en una falta de creatividad para adentrarse en la identidad y la vida del pueblo vasco. Todo lo que se omite en las escenas principales destruye la novela. En este caso los silencios han traicionado su proyecto. Y son esos mismos silencios los que permitirán en un futuro no muy lejano crear la arquitectura literaria de una obra que haga justicia a dicha realidad. Pero para eso hace falta un escritor con una visión más enriquecedora, que posea mucha más personalidad, más carácter, más inteligencia y más autonomía, para no sucumbir a la presión del entorno, como en la fábula de "El patito feo". ¡Blum!