HURACANES EN PAPEL™ - Reseñas literarias

Sólo me queda esperar la aparición de un Nuevo Tifón Literario de magnitud cinco como los producidos por Mikhail Bulgakov, Thomas Pynchon o Roberto Bolaño. Ese día llegará y mi búsqueda no habrá sido en vano. Huracanes en papel™ 2007-2024

sábado, 29 de junio de 2024

La central, de Élisabeth Filhol

 

Literatura cruda y directa. El estilo de Filhol está despojado de adornos, lo que refuerza el carácter realista de la novela. El lenguaje es sencillo pero eficaz, capturando la crudeza de las condiciones laborales y el impacto psicológico en los trabajadores. Esto se refleja en la manera en que describe las rutinas y los pequeños detalles de la vida en la central. La narrativa a menudo presenta una estructura fragmentada, alternando entre la acción presente y los pensamientos y recuerdos del protagonista. Esta técnica de fluir de la conciencia permite una exploración profunda de la psicología del personaje, revelando sus miedos, ansiedades y reflexiones internas. La novela transmite una fuerte sensación de alienación, tanto física como emocional. Los trabajadores son presentados como nómadas, desconectados de sus entornos y entre sí. La descripción del paisaje industrial y la rutina mecánica refuerzan este sentimiento de desarraigo y deshumanización.

En Francia hay dieciocho centrales nucleares en activo en las que trabajan cuarenta mil hombres desperdigados por todo el territorio. Las centrales encienden cincuenta y ocho reactores , algunos con una antigua tecnología propia de gas-grafito con uranio natural sin enriquecer. Los que entran son carne de neutrones. Carne de rem. Carne de sievert. Cada doce meses no pueden exceder de veinte milisieverts, la dosis máxima de irradiación autorizada, que poco a poco se va agotando en sus cuerpos. Hay médicos dentro que les hacen análisis de sangre y antropogammametría cada seis meses. En el último medio año han muerto tres empleados. Muchos son etiquetados en su informe médico con las siglas DATR (Directamente Afectado por Trabajar bajo Radiación). Y entonces su contrato se anula. Desaparece su salario.

«Una noche vuelves a casa y vas a tope. Has sobrepasado la cuota de dosis reglamentaria. Eso puede suceder en cualquier momento y a cualquiera.»

Yann desempeña un papel crucial como agente SRP (Seguridad y Radioprotección). Se ocupa de la apertura de los generadores de vapor. No necesita llevar el uniforme completo porque la contaminación está en el interior. Después coloca las placas que garantizan la estanqueidad del circuito primario para que el agua altamente radiactiva no se escape. Cualquier fuga produciría una explosión. Monitorea los niveles de radiación en las áreas donde trabaja y se asegura de que se cumplan todas las normas de seguridad radiológica. Implementa medidas preventivas para minimizar la exposición de su cuerpo como la de sus compañeros de trabajo. Está subcontratado por una agencia de trabajo temporal. La mitad de la plantilla tiene el estatus de personal EDF (Électricité de France). El resto, como Yann, trabajan de tres a cinco semanas, de marzo a octubre, cruzando toda Francia, de una central a otra. 

«Las agencias de trabajo temporal crecen alrededor de las centrales como setas, después de unos meses de penurias no te puedes resistir: tragas, lo firmas.»

En Blayais hay tres agencias de trabajo temporal para una población de menos de dos mil habitantes. La central es el principal contribuyente y en respuesta a la gran cantidad de ingresos fiscales surge una desmesura de infraestructuras deportivas y de ocio. Ninguno de los vecinos trabaja en la central pero sufren la inquietud de residir tan cerca del epicentro.

La mayoría de los que trabajan en estas centrales son jóvenes que les gusta pasar miedo y tener emociones fuertes. El sábado por la noche salen como novatos de permiso para beber copas, irse con la primera que pasa, agarrar el volante pisando a toda velocidad y cuando acaban con la chica, largarse. Son los que están en el turno de noche, siempre a tope, pidiendo intercambiar días libres para chutarse adrenalina. El dinero se les escurre entre los dedos. Sin ataduras, viajando por toda Francia, hasta que el cuerpo aguante

«Los he visto caer desplomados de pronto en una obra, tiesos. Los evacúas y, al día siguiente, llega otro muchachito con el mismo empaque.»

Entre todo este escenario de autodestrucción surge la presencia carismática y la voz de Jean-Yves, compañero belga de Yann, con el que comparte el alquiler de la caravana, y que cuenta ya con un experiencia de más de 25 años trabajando en las centrales. Es el compañero ideal de los tímidos, de los callados y de los alicaídos. Su palabra fluida y su acento del Norte dan peso a las palabras convirtiendo sus historias y anécdotas en un descanso y en una brújula para enfrentar la realidad.

La Central de Elisabeth Filhol es una novela que explora la vida de los trabajadores en una central nuclear en Francia. A través de una narrativa que alterna entre la descripción de la rutina diaria y la introspección de los personajes, Filhol nos presenta un retrato crudo y detallado de la precariedad laboral, la exposición a riesgos y la lucha por la dignidad en un entorno altamente tecnificado y deshumanizante.

Los trabajadores de la central representan la clase obrera atrapada en un sistema que los aliena de su trabajo, de la naturaleza y entre ellos mismos. La narrativa destaca cómo estos individuos son reducidos a meros engranajes de la maquinaria económica y tecnológica, perdiendo su identidad y humanidad en el proceso. Al comienzo, son presentados de manera casi anónima, enfatizando su fungibilidad y la indiferencia del sistema hacia sus identidades individuales. Son descritos en términos de su función y eficiencia dentro de la central, en lugar de sus características personales.

A medida que la historia avanza, algunos personajes comienzan a mostrar signos de resistencia y cuestionamiento. Este despertar es lento y fragmentado, reflejando el profundo arraigo de la reificación en sus vidas cotidianas. La descripción del guarda de seguridad, que posee los "códigos y los medios para ennoblecer" a los trabajadores simplemente por la manera en que los recibe, ilustra el poder de las estructuras jerárquicas y tecnocráticas para definir la valía de los individuos.

Los relevos entre trabajadores, descritos como movimientos automáticos, simbolizan la perpetuación de la alienación. La idea de que uno puede ser sustituido "de inmediato" resalta la despersonalización y la precariedad inherente a su situación.

La constante exposición a la radiación y el riesgo de sobreexposición introducen una dimensión existencial a su alienación. La percepción de estar en una "línea de frente" contra un enemigo invisible (la radiación) agrava su sentimiento de desamparo y vulnerabilidad. Sin embargo, este riesgo compartido también fomenta una incipiente solidaridad entre los trabajadores, una chispa de humanidad en un entorno hostil.

Los trabajadores son descritos como nómadas, moviéndose de una central a otra, lo que refuerza su desconexión tanto física como emocional con cualquier lugar o comunidad específica. Este nomadismo es una consecuencia directa de la búsqueda constante de empleo y estabilidad económica en un mercado laboral precario. Pese a la movilidad constante, los personajes buscan formas de organizarse y encontrar un sentido de pertenencia. La descripción del camping, donde los trabajadores se reúnen y descansan, muestra sus intentos de crear un espacio de descanso y camaradería en medio de la deshumanización del trabajo en la central.

La Central de Elisabeth Filhol es una obra que refleja y critica las condiciones de alienación y reificación que caracterizan la vida de los trabajadores en un entorno tecnológico y capitalista avanzado. La evolución de los personajes, desde la alienación profunda hasta los atisbos de solidaridad y resistencia, ofrece una mirada incisiva sobre los costos humanos del progreso industrial y tecnológico. La novela nos invita a reflexionar sobre la necesidad de recuperar la humanidad y la dignidad en medio de un mundo cada vez más dominado por la lógica de la eficiencia y el control. Excelente debut de conciencia social.

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