
En la narrativa norteamericana contemporanea resuenan cinco escritores de culto, Cormac MacCarthy, Philip Roth, Thomas Pynchon, Don Delillo y John Updike. Desde Huracanes en papel pedimos encarecidamente el Nobel para Roth y McCarthy por su notoria demostración de sus virtudes innegables con las letras.
McCarthy está de máxima actualidad ahora que los hermanos Coen han adaptado con fidelidad su novela No es país para viejos (2005) consiguiendo cuatro oscars a mejor película, mejor director, mejor guión adaptado y mejor actor de reparto ( nuestro fabuloso Bardem). Y esto no queda aqui. Ya se han comprado los derechos de Meridiano de sangre (1990) y La carretera (2006), con el que ha ganado un merecidísimo Premio Pulitzer 2007. Será Viggo Mortensen quien de vida al padre, aparecerá Charlize Theron en un flashback y se encargará de dirigirla John Hillcoat. Veremos si son capaces de transmitirnos lo mismo o parecido.
Stefan Zweig se consideraba un lector impaciente y de mucho temperamento. Su casa en Viena fue un auténtico cenáculo cultural por el que desfilaron desde Thomas Mann hasta Toscanini. Nueve de cada diez libros que caían en sus manos los tachada de tediosos, sobrecargados de descripciones superfluas, diálogos extensos y con figuras secundarias inútiles, que les quitaba tensión y les restaba dinamismo. Escribía como le habría gustado leer, sin florituras anodinas. Fué uno de los más reputados y reconocidos escritores en toda la década de los años 30. Trás su suicidio en 1942 en Río de Janeiro junto a su esposa, desesperados, creyendo que el nazismo se extendería por todo el planeta dejó escrito: "Creo que es mejor finalizar en un buen momento y de pie una vida en la cual la labor intelectual significó el gozo más puro y la libertad personal el bien más preciado sobre la Tierra". Años posteriores fue cayendo gradualmente en el olvido.
Para los apasionados del ajedrez y para los amantes de la literatura de altura les presento una obra vibrante y repleta de intriga que se les escurrirá sin darse cuenta una vez entren en el trasantláctico. Envidio a quienes no la han leido por todo lo que les espera. Disfruten y contagien a otros.
Si alguien conoce una novela sobre ajedrez mejor que ésta le ruego que me informe.