HURACANES EN PAPEL™ - Reseñas literarias

Sólo me queda esperar la aparición de un Nuevo Tifón Literario de magnitud cinco como los producidos por Mikhail Bulgakov, Thomas Pynchon o Roberto Bolaño. Ese día llegará y mi búsqueda no habrá sido en vano. Huracanes en papel™ 2007-2024

martes, 28 de abril de 2009

Casa de muñecas, de Henrik Ibsen

Henrik Ibsen, fue poeta y un excelente dramaturgo noruego. Considerado el más importante dramaturgo en su país y uno de los autores que más ha influido en la dramaturgia moderna, padre del drama realista moderno y antecedente del teatro simbólico. En su época (1828 - 1906), sus obras fueron consideradas escandalosas por una sociedad dominada por los valores victorianos, obras que cuestionaban el modelo de familia y de sociedad dominantes. Sus obras no han perdido vigencia y es uno de los autores más representado en la actualidad. Un perpetuo Huracán en papel.

La obra puede compararse con un antivírico contra el machismo. El personaje de Nora, en los tres actos, representa a muchas mujeres atrapadas de por vida en una casa de muñecas, muñecas-mujer cuando están casadas, y muñecas-niñas en casa de papá. Mujeres o más bien seres humanos con los que el género masculino se encapricha infantilizándolas e inutilizándolas, sujetas a un salón de recreo y viviendo de las piruetas de su máscara cándida y pueril. Toda su vida se reduce a una representación, a un teatro, en el que se muestran amables el uno con el otro, juegan y juegan, para provocarse una alegría insulsa y caricaturizada. Resulta gracioso el juego, igual de gracioso que les resulta a sus hijos, que hacen de muñecos cuando Nora juega con ellos. Pero... ¿a qué les conduce todo esto?... Toda esta farsa, este hogar artificioso, esta casa de muñecas, quedará sellada gracias a un universal portazo que pone punto y final a una pantomima alienante.

Ibsen abogó por la causa feminista en favor de la autorrealización de la mujer y del ser humano. Consciente de lo masculinizada que estaba la sociedad, sus leyes , la religión, o incluso un simple panfleto publicitario, plasmó su sincero deseo por arrancar a las mujeres de ese espacio asfixiante. Valores como la educación, conocerse a si mismo, el regreso a las raíces personales, rebatir y encararse contra los nudos de la sociedad en favor de los valores individuales, el derecho a la libertad plena entre hombres y mujeres sin ataduras moralistas de dominio, la irrelevancia del honor en aras del ser amado, o la firmeza en su propósito por derrumbar con su voluntad toda una vida de insatisfacción, la mantienen en el más alto pedestal del modernismo literario. Nora es quien ayuda a todos, es la heroína y su portazo resuena en mi alma como un estallido de gloria y libertad. Imprescindible su lectura aún en nuestro siglo XXI, por favor.

"Me entran ganas de romperme en mil pedazos"

2 comentarios :

Gonzalo Muro dijo...

Ibsen es un autor formidable, dotado de un interés social innegable. Otra obra suya muy recomendable es Un enemigo del Pueblo.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Leí este libro hace muchos años, lo compré en Granada en una librería de libros de segunda mano por un euro. Leerlo fue liberador e inquietante a la vez, siempre que pienso en este libro siento vértigo. Nora, la valiente, ¿qué fue de ella?, esta es la pregunta que me planteo siempre.

Apoyo la causa feminista, con los ojos cerrados, no seríamos nada más que muñecas hichables si muchas mujeres no se hubieran partido la espalda luchando por nuestros derechos: Virginia Woolf, Simone de Beauvoir... y volveríamos a ser muñecas hinchables si no siguieramos luchando por nuestra educación y libertad. Pero la gran tragedia de este libro, para mí, no es sólo no ser más que una 'mujercita', si no el vivir sin amor, eso es lo peor. Y lo vemos continuamente, matrimonios de personas que no se aman, ¿quién sabe si saben siquiera lo que es el amor?

Ese portazo, es el fin de ser utilizada y el comienzo de una lucha atroz por la supervivencia. De ahí mi inquietud, porque soy mujer y sé lo que es ser mujer para un empleador (muy conservadores en su mayoría). Portazo y vértigo, el futuro será siempre incierto.