
“El aire era pesado, de convalecencia torpe. La inmovilidad de un escritorio en un rincón, los cajones cerrados, los tiradores de marfil, hacían pensar en un invisible escribiente, sin pluma ni papel, que dictaba sus cartas a la nada.”
Sólo me queda esperar la aparición de un Nuevo Tifón Literario de magnitud cinco como los producidos por Homero, Cervantes y Quevedo. Ese día llegará y mi búsqueda no habrá sido en vano. Huracanes en papel™ 2007-2025
“El aire era pesado, de convalecencia torpe. La inmovilidad de un escritorio en un rincón, los cajones cerrados, los tiradores de marfil, hacían pensar en un invisible escribiente, sin pluma ni papel, que dictaba sus cartas a la nada.”
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