
“La naturaleza es como una sola gran caricia. ¡Qué alegre y doloroso puede ser aquello.”El personaje de Kleis proyecta la identidad singular de Robert Walser en cada uno de sus movimientos literarios durante su estancia en Thun. En este relato podemos observar cuales eran las preocupaciones y deseos del autor, sus hábitos para escribir, precedidos de paseos en los que lanza su alma hacia el panorama espléndido, sagrado y silencioso que se abría a sus pies. Cualquier pregunta que podamos hacernos sobre Walser será respondida por Kleist, inundado de contagiosa vitalidad. Ahora que el bosque se teñirá de blanco y perderá sus hojas, es una buena lectura para disfrutar. Se la cedo, pero no olviden las otras veinte restantes. No dejan de asombrar.
2 comentarios :
Hola, muy interesante el post, saludos desde Panama!
Felicitaciones, muy interesante el post, espero que sigas actualizandolo!
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