HURACANES EN PAPEL™ - Reseñas literarias

Sólo me queda esperar la aparición de un Nuevo Tifón Literario de magnitud cinco como los producidos por Mikhail Bulgakov, Thomas Pynchon o Roberto Bolaño. Ese día llegará y mi búsqueda no habrá sido en vano. Huracanes en papel™ 2007-2024

lunes, 6 de junio de 2011

Vicio propio, de Thomas Pynchon

La última obra de Thomas Pynchon. Posiblemente, el mejor escritor vivo del Planeta Tierra. Su alma anarquista y su escritura más allá de la frontera convierten sus letras en un tránsito de conciencia. Así que con ese temblor me dirigí hacia su encuentro y al entrar en la librería todo la que la rodeaba quedó emborronado en la nada y lo invisible, y ahora puedo entender que si alguien me vió cogerla, tuvo que notar como mi mano y mi brazo se adelantaban a mi cuerpo con una inercia acentuadamente presurosa. Los mensajes que contienen sus obras son los bosquejos de un gurú. Emiten luz sobre un fondo negro. Se trata de un mente preclara. De un escritor enigmático trazando una Nueva Ruta en esa ficción que se hace más real que la propia realidad. Y resguardado en mis silencios, en esos ratos de tiempo muerto, pero vivo para la literatura, me zambullí en la atmósfera sesentera de Los Ángeles y conocí al sabio Doc Sportello. La experiencia ha sido... chachi. Muy chachi. Super chachi. Un vicio chachi.

9 comentarios :

J. G. dijo...

este tío me pone nervioso, prefiero leer a Pierre Michon que se escribe y dice parecido

Crom dijo...

No diré que no disfruté con la lectura del libro, pero sí que no cumplió con mis expectativas. Ni tan siquiera me parece su novela más divertida (me reí más en algunos pasajes de “Contraluz”). No obstante, y como pienso que Pynchon escribe fundamentalmente sobre literatura, creo que en toda esta novela (Vicio propio, o lo que es lo mismo, defecto inherente) está ironizando sobre su propia obra e incluso se mofa, quizá, de sus lectores. ¿Qué te parece si lees la siguiente escena, la más hilarante, desde esa perspectiva?
“Sólo entonces reparó en que la caja que había sacado del contenedor de basuras a oscuras había servido de embalaje para un televisor de veinticinco pulgadas, detalle que no le pareció digno de reflexión hasta el día siguiente, cuando se pasó por casa de Denis a eso del mediodía y se lo encontró sentado, serio y atento ante la heroína profesionalmente embalada, ahora fuera de la caja, mirándola fijamente, como, según descubrió, llevaba haciendo ya un buen rato.
-En la caja decía que era un televisor –explicó Denis.
-Y no te pudiste resistir. ¿Por qué no comprobaste primero si había algo que pudieras enchufar?
-Bueno, no encontró por ninguna parte el cable de conexión, pero pensé que a lo mejor era algún tipo de tele que no lo necesitaba.
-Y, ya, ¿y qué… -¿por qué le seguía el juego?- estabas viendo cuando llegué?
-Mira, tengo la teoría de que es, bueno, de que es uno de esos canales educativos. Un poco lento, vale, pero no peor que el instituto…
-Sí, Denis, gracias, le daré una calada a eso, si no te importa…
-Y quédate con la película, Doc, si miras el tiempo suficiente…, ¿ves como empieza a… cambiar?
Para su pasmo, al cabo de un par de minutos, Doc empezó a percibir modulaciones en el color y la intensidad de la luz que aparecían entre las capas de plástico fuertemente envueltas en cinta adhesiva. Se sentó al lado de Denis y se fueron pasando el canuto con la mirada clavada en el paquete. Jade/Ashely se presentó con un gigantesco termo lleno de Orange Julius, vasos de papel y una bolsa de Cheetos.
-La comida –les saludó y además con los colores a juego, también y… guau, ¿qué coño es eso?, parece caballo.
-Qué va –dijo Denis- a mí me parece que es… un documental.
Y así se sentaron uno al lado del otro, dando sorbos, masticando ruidosamente y mirando el paquete. Por fin, Doc se apartó.
-Lamento ser el chico malo, pero tengo que devolver la mercancía.
-Espera hasta que haya acabado esta parte.
-Hasta que veamos qué pasa –añadió Jade."

Oscar Pons dijo...

¡Cuánto tiempo, compañero!

Apuntado queda. ¡Saludos!

Tránsito Blum dijo...

J.G. , ajá, ¿te pone nervioso? ¿pero porque no sabes por donde va a salir, o por alguna otra cuestión literaria?

Pynchoniano, estoy contigo. Yo acudí demasiado contento a la obra y luego me fui destemplando al cabo de seis capítulos. Me hizo mucha gracia ver como Sportello empleaba la palabra chachi. Eso estuvo muy cachondo en las 10 ó 12 veces que la usa. También me gustó la música surfer que cita. Mientras leía la escuchaba por You Tube. Leí la crítica que le hizo Harold Bloom y estoy bastante de acuerdo con su tenuicidad, pero también valoro la experiencia extracorporal que me propagó. Aquí continua con muchos de los trucos lumínicos que utiliza en "Contraluz", imbuido en ese indiscriminado sol de L.A. Aparece una jungla muy disparatada, desde los moteros chicanos, mormones pasaos de rosca, tipejos del FBI y toda esa fauna que muestra desde Palos Verdes a Point Dume, dibujando una California púrpura y "hippyfánica" como diría Bigfoot. Esa hilaridad que comentas es de lo más quijotesca. Se mueve entre lo surrealista y la surf-literatura, un híbrido desprevenido que no te deja pensar. Mientras la leí intuí que a tí tampoco iba a causarte mucha emoción. Parece ser que acerté. Veremos con qué nos sorprende en la siguiente. Para mi sigue siendo el centro del universo. Un abrazo.

Oscar, sí, un tiempo que me es imposible medir, pero que aún invisible me ata de por vida a la literatura. El placer es mio igualmente por encontrarte una vez más. ¡Vicio, vicio!

Saludos a todos... y ¡blum!

Sergio dijo...

El superlativo el mejor escritor vivo... es respetable (si para tí lo es, nadie tiene derecho a bajarte de ese burro). Yo soy más de escritores del estilo por encima de la anécdota (lo que no quiere decir que Pynchon no lo tenga, estilo digo). Lo mío va más por Nabokov, Julian Barnes, McEwan, houellebecq, etc. pero este Pynchon sin pretensiones no me ha parecido nada desagradable. No se puede comparar con el derroche de ideas que nos arrojó en por ejemplo "Contraluz" (allí varios escritores sin imaginación podían haber tomado apuntes para sacar siete millones de sagas de literatura fantástica de calidad). Pero es que Pynchon escribe lo que quiere no lo que esperamos nosotros. Es lo que debe hacer un buen escritor sin la puesta vista en el contador de las posibles ventas futuras.

Benny dijo...

Premio Nobel... tan justo siempre... Borges... Pynchon...en el fondo no me río, intento reírme pero no me río.

Anónimo dijo...

¡Cuánta falta le hace a Argentina un premio Nobel, para que se queden tranquilitos! Ya fue. A Borges no se lo dieron. ¿Y quién en la lista de los ganadores del Nobel está de más después de todo? ¿Faulkner, Oé, Gordimer, Quasimodo? No entiendo ese resentimiento. A aguantarse. ¿Hay algún escritor argentino bueno hoy en día?
Capaz que los del Nobel no quieren que Pynchon les mande a otro payasito a darle la mano al rey. Quién sabe. Veremos.

Anónimo dijo...

Primera novela de Pynchon que leo. Primera novela de Pynchon que abandono (y eso que ya iba por la página 300 de unas 400 que tiene la novela, que le den a las últimas 100). ¿Este es el famoso Pynchon?
La verdad, a mí me ha parecido algo INFUMABLE. Este autor te exige un 10000% más de lo que te da. No he tenido problemas en leer a otros autores de esos "inaccesibles", aspirantes a Joyce, postmodernistas o simplemente criptonarrativos tipo DeLillo o Foster Wallace pero este Pynchon ha podido conmigo. Sopor, aburrimiento, tedio, coñazo, no se me ocurren otros términos para definir esta novela.
No veo donde están las cualidades literarias por ningún sitio. Tampoco veo el "humor hilarante", ni la "estructura laberíntica", ni nada. Más bien da la impresión de ser un texto atolondrado, o un autor caótico, desordenado, chapucero, con una prosa que tampoco es como para tirar cohetes. ¿Hay alguna página en la que el protagonista no se "encienda un canuto"? Y Doc se encendió un canuto, y Doc se encendió un canuto. ¿Hay alguna mujer en la novela que no vaya vestida con minifalda?

Pérdida de tiempo. Un mito caído.

Probaré con "El arco iris de gravedad" más que nada porque ya lo he comprado y tiene pinta de ser intelectualmente más serio que este pero, desde luego, esperaba algo más de alguien que recibe las alabanzas que recibe Pynchon. Aún así, como ya estoy de mala leche porque me siento estafado como lector, existen muchas posibilidades de que acabe abandonándolo también en plan venganza particular y privada. Depende de Pynchon que lo haga o no.

Lo siento, pero alguien tenía que decirlo. Este libro es un rollo, una masturbación para culturetas y para sosones angloidealizantes. Y os lo dice alguien que se ha fumado un Amazonas de "canutos" tan grande que avergonzaría al mismísimo Doc Sportello.

Tránsito Blum dijo...

Has caído con mala suerte en Pynchon. Es lo peor que ha escrito, es indudable. De hecho, es una obra filmada, y eso es signo de su simpleza. Yo tengo entre manos "Al límite" y no avanzo con mucho interés. Mantiene su espíritu libertario y juguetón, pero no hay relieve, no hay espuma. Creo que la cresta de la ola llegó con "Contraluz" y ahora el descenso va a ser plano y de carácter previsor, para asegurarse una llegada sin pérdidas hacia la orilla. Vete a Alta Mar, observa lo que hizo desde "Mason & Dixon". Pynchon será de los más respetados de este siglo y jamás le otorgarán el Premio Nobel de Literatura porque su Liga pertenece a Otra Era. ¡Suerte!