La portada de Fortuna toma sentido en el capítulo cinco —El pantano—. Elinor le entrega a Miriam la responsabilidad de perforar las tierras de Gavin Pond y una cuarta parte de esas propiedades, porque sabe que ahí, en el subsuelo, existe una gran reserva de petróleo. Billy y Miriam viajan juntos a Houston —Texas— para asistir a una cita con la Amercan Oil Company. Para estos magnates supondrá una sorpresa saber que tanto en Alabama como en Florida también existe oro negro. Mientras, Frances da a luz a dos gemelas: Lilah y Nerita. La segunda es una criatura del rio que tendrán que sumergir en las profundas y veloces aguas de Perdido. Sister ya no quiere ser la mujer de Early y él se aferra a ella a pesar de su firme rechazo y de atravesar por una de las circunstancias más rocambolescas, postrada en una cama sin poder caminar. En la década de 1940, las leyes del matrimonio reflejaban las normas sociales conservadoras de la época. El matrimonio se consideraba una institución sagrada y se esperaba que las parejas se mantuvieran unidas para toda la vida, independientemente de las circunstancias. El proceso de divorcio era mucho más restrictivo y difícil para las mujeres que para los hombres. En general, las leyes de divorcio en Alabama, al igual que en muchos otros estados de Estados Unidos, tendían a favorecer al cónyuge masculino y estaban diseñadas para disuadir el divorcio y proteger la institución del matrimonio. Para las mujeres que querían divorciarse, enfrentaban varios obstáculos legales y sociales. Por ejemplo, podían solicitar el divorcio basándose en motivos como abandono, adulterio, crueldad o condena por un delito grave, pero demostrar estos motivos en un tribunal podía ser complicado y humillante. Además, incluso si una mujer tenía motivos válidos para el divorcio, las consecuencias sociales y económicas podían ser severas. El estigma social asociado con el divorcio era considerable, y las mujeres divorciadas a menudo enfrentaban la desaprobación de la sociedad y tenían dificultades para encontrar empleo o mantener la custodia de sus hijos.
En 1945, las Leyes de Jim Crow seguían en vigor, segregando a la población negra en muchas áreas de la vida, incluidas escuelas, transporte público y lugares públicos. La cultura y la sociedad en Alabama reflejaban las tensiones raciales y sociales de la época. A pesar de todos estos desafíos, también había un sentido de comunidad y resistencia entre los residentes que luchaban por la igualdad y la justicia, como se va apreciando en las relaciones internas de los Caskey. La novela no hace ningún intento por mostrar estos desafíos sociales, como la lucha por los derechos civiles y la persistencia de la segregación racial en algunas partes del país. Tal vez pone más énfasis en la música, la moda y el entretenimiento de la época, reflejando un sentido de optimismo y cambio para los habitantes de Perdido.
Michael McDowell cruza de puntillas ante el sádico racismo practicado por los blancos del sur de los EEUU, que dejaron aquellas crudas escenas de hombres afroamericanos ahorcados de los árboles, que terminaron en una canción censurada a Billie Holiday, titulada Strange fruit y que nunca le dejaron cantar. Blackwater es una obra acomodada y burguesa que enaltece al galante sur pero gira la cabeza cuando en el paisaje sureño surgen frutos extraños por los linchamientos dejando una amarga cosecha.
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