Narrativa histórica disruptiva con tintes de realismo mágico. Las tres vidas de Sofonisba es ficción especulativa con un enfoque crítico en el devenir de la sociedad, desde el anhelo de lograr una verdadera paz mundial reconsiderando nuestra moneda de cambio.
Nada más leer la primera página me encontré inmerso en un viaje que atraviesa épocas y culturas remotas, explorando el poder del arte, la ciencia, las guerras y los conflictos económicos de la humanidad. Docavo Alberti nos presenta una trama audaz y adictiva, que no solo salta del Renacimiento al presente, sino que también se adentra en la economía actual a través de una reflexión sobre el dinero FIAT y la posibilidad de Bitcoin como alternativa a esta estafa mundial que crean los bancos. La estructura en tres tiempos no deja respiro. Cada capítulo acelera el ritmo, convirtiendo la lectura en una experiencia vertiginosa.
Las tres vidas de Sofonisba sigue a tres mujeres llamadas Sofonisba en distintas épocas —el Renacimiento, la Segunda Guerra Púnica y el presente— y explora un enigma vinculado a un cuadro que podría cambiar la humanidad. Esta estructura sugiere una narrativa compleja y rica en temas de autodestrucción y codicia humana, conectando el pasado con el presente. La riqueza de su trama, la sencillez de sus personajes y su audaz tratamiento de los problemas actuales la convierten en una lectura imprescindible para quienes buscan una novela ágil ambientada en la península ibérica y que además les despierte a la realidad de las criptomonedas, sin esperar un profundo desarrollo.
Docavo ha conseguido dominar la narrativa intertemporal de una forma ingeniosa e impecable, permitiendo al lector fluir entre diversas épocas sin confusión y con una expectación creciente. La prosa dinámica, con descripciones ricas pero sin excesos, facilita un ritmo veloz y produce un potente entretenimiento con un final que te dejará muy sorprendido. Esta es una literatura de relámpagos, creada a fuego lento y muy pulida, que existirá y será posible de dispositivo a dispositivo entre comunidades subversivas como las que leyeron a Stendhal o a Neal Stephenson. ¡Blum!
1 comentario :
Me tiene enganchado desde que la empecé, a ver cómo acaba…
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