Ahora ya conozco cual es la tragedia de La tía Tula. Una tragedia pedagógica. Cierro la tapa del libro y me siento lector y testigo de un infortunio fatídico donde deslumbra la huella moral y espiritual que Gertrudis imprimió en su familia. Leer a Unamuno es ir a lo seguro y en esta ocasión, con la llegada de los calores, he dirigido mi mirada a una de las mejores obras de la literatura en castellano del siglo XX. Ha sido un placer conocer a esta mujer inconformista, indomable y moderna, de una personalidad y ética férreas. Poderosamente inteligente. Universalmente materna. Un amor en la literatura que eclipsa inexorablemente a todo lo cercano irreverente.
El argumento es magnético. Se despliega con una triada. Gertrudis, su hermana Rosa y Ramiro, el pretendiente de Rosa. Gertrudis hará de Celestina consiguiendo que Ramiro se convierta en su cuñado casi de la noche a la mañana. Como todos los matrimonios disfrutarán de su noche de bodas y al poco empezarán a llegar los hijos. Ahí tenemos ya a Gertrudis ejerciendo de tía Tula. Tía de tres sobrinos. Pero el tercero debilita mortalmente a Rosa y ésta le pide a su hermana que le prometa que no deje por nada del mundo que tengan madrastra y que se case con su marido, con Ramiro, tras su muerte. A partir de este punto crítico entenderán porque la obra es una joya de nuestra literatura.
La tía Tula representa el alma de cualquier tía de cualquier familia funcionalmente bienhechora. Sé que Gertrudis no es de carne y hueso pero le he cogido mucho cariño. Me ha permitido reflexionar sobre muchas cuestiones afines al afecto y a la protección familiar. Gertrudis es una heroína. Libre. La heroína más libre que he conocido en toda la literatura. Siempre protegerá el corazón de sus lectores. La declaro protagonista de nuestra eterna memoria colectiva. La declaro un Huracán en papel. Una vez más... ¡Unamunémonos!
“La tradición del arte de las abejas de la fábrica del panal y el laboreo de la miel y la cera, es, pues, colateral y no de transmisión de carne, sino de espíritu, y débase a las tías, a las abejas que ni fecundan huevecillos ni los ponen.”
El argumento es magnético. Se despliega con una triada. Gertrudis, su hermana Rosa y Ramiro, el pretendiente de Rosa. Gertrudis hará de Celestina consiguiendo que Ramiro se convierta en su cuñado casi de la noche a la mañana. Como todos los matrimonios disfrutarán de su noche de bodas y al poco empezarán a llegar los hijos. Ahí tenemos ya a Gertrudis ejerciendo de tía Tula. Tía de tres sobrinos. Pero el tercero debilita mortalmente a Rosa y ésta le pide a su hermana que le prometa que no deje por nada del mundo que tengan madrastra y que se case con su marido, con Ramiro, tras su muerte. A partir de este punto crítico entenderán porque la obra es una joya de nuestra literatura.
La tía Tula representa el alma de cualquier tía de cualquier familia funcionalmente bienhechora. Sé que Gertrudis no es de carne y hueso pero le he cogido mucho cariño. Me ha permitido reflexionar sobre muchas cuestiones afines al afecto y a la protección familiar. Gertrudis es una heroína. Libre. La heroína más libre que he conocido en toda la literatura. Siempre protegerá el corazón de sus lectores. La declaro protagonista de nuestra eterna memoria colectiva. La declaro un Huracán en papel. Una vez más... ¡Unamunémonos!
“La tradición del arte de las abejas de la fábrica del panal y el laboreo de la miel y la cera, es, pues, colateral y no de transmisión de carne, sino de espíritu, y débase a las tías, a las abejas que ni fecundan huevecillos ni los ponen.”
6 comentarios :
Hola, perdona, llegué por accidente, estaba hablando con mi amiga y buscando información sobre el libro ese de cuentos carnívoros cuando un mosquito se ha parado en la pantalla del móvil, echaré un vistazo al blog ya que estoy aquí, [el mosquito ha muerto, lo he chafado]
Hola Jesús, me alivia saber que te has cargado a un patilargo. Aunque pierdas un pixel de la pantalla merece la pena. Y sobre los Cuentos carnívoros de Quiriny te recomiendo de los quince, "Sanguina", "Recuerdos de una asesino a sueldo" y "Cuento carnívoro". Dejan rastro. Es un autor insólito. Original. Promete.
Saludos y bienvenido.
Hola,
en tu comentario defines a Gertrudis libre y heroína.
¿Vivir entregada a la familia y vivir a través de los otros es compatible con la libertad?
Imma
Hola Imma. Noto que la lectura está huracanando tu espacio interior. Fantástico. Tu pregunta está enraizada en el debate filosófico de la obra. Es el punto crítico que nos lleva a leer y revisar constantemente la toma de decisiones de la Tía Tula. Creo que es uno de los ejemplos más honorables que encarnan la libertad, con toda su dosis densa de responsabilidad. Es libertad elevada a la enésima potencia. Piénsalo. Toma las riendas pero fiel a su carácter y a su personalidad y guiada por un bien superior: la protección de sus sobrinos.
Un saludo.
La Tía Tula es el ejemplo de la obrera en el termitero de la sociedad en la que vivimos. La libertad escasea en todos los sentidos. Hace lo que le manda su hermana, la sociedad, la "moral" mal entendida ...
Gracis por tu Blog.
Saludos,
Sol
Buen comienzo
Publicar un comentario