Jean Echenoz está considerado junto a Michel Houellebecq uno de los escritores más prestigiosos y prometedores de la literatura francesa contemporánea. Fue el primer autor post-nouveau roman, descendiente del movimiento literario llamado Nueva Novela, dedicado a contenidos más introspectivos alcanzados mediante la exploración de los borboteantes flujos de conciencia, en contra de todo prejuicio ideológico mediatizado, evitando, por ejemplo, describir a los personajes para esquivar todos esos insulsos estereotipos entumecidos de apariencia impersonal con el fin de doblegar los hábitos del lector y desafiar sus expectativas a través de lo que Sartre denominó la "antinovela".
En Ravel, su última y octava novela, descubriremos matices cotidianos de la Francia de los años 20 y 30, presenciando literariamente los últimos diez años de vida del genuino compositor Maurice Ravel.
Es una novela extremadamente corta, cuando consigues visualizar la identidad y la madurez de Ravel, muere. Pero, acompañarle se llena de enseñanzas, desde que se sube al Peugeot 201 de su amiga Hélène en dirección al puerto de Le Havre donde embarcará en el enigmático trasatlántico France con destino Nueva York para emprender su frenética gira por los EEUU, hasta el fatídico día de su accidente mortal. En todo este periplo se relatarán los encuentros con Charles Chaplin, Douglas Fairbanks, George Gershwin, los hermanos Wittgenstein, Ida Rubinstein, más las referencias a William Faulkner (escritor del movimiento Nouveau Roman), Stranvinsky, Gustav Mahler, Man Ray y Joshep Conrad, entre otros.
Existen dos momentos literarios de gran belleza: la entrada en su casa de Monfort-l´Amaury y la creación rítmica del Bolero. Se trata de una novela construida con exquisitez y detalle. Inolvidable.
Fuente de foto: Benicasim.- Tránsito®
2 comentarios :
Preciosa fotografía, muy literaria de atmósfera y de contenido::)),también los comentarios dan muchas ganas de leer¡¡¡.Un beso azul mediterráneo**
no tienes perfil en tu blog, no se sabe ni como te llamas, donde puede uno escribirte, nada.
que feo este tipo de blogs asi.
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