HURACANES EN PAPEL™ - Reseñas literarias

Sólo me queda esperar la aparición de un Nuevo Tifón Literario de magnitud cinco como los producidos por Enrique Vila-Matas, Thomas Pynchon o Roberto Bolaño. Ese día llegará y mi búsqueda no habrá sido en vano. Huracanes en papel™ 2007-2024

lunes, 22 de diciembre de 2008

El castillo de los destinos cruzados, de Italo Calvino

El castillo de los destinos cruzados fue considerada por Italo Calvino como una de sus mejores obras y el más fantástico libro entre su prolífica creación literaria. Fue publicado en 1973, tras un complejo proceso de elaboración a través de métodos combinatorios que había iniciado cinco años antes. Contiene dos narraciones construidas a partir de un mismo desafía formal: las posibles interpretaciones de dos diferentes mazos de tarot - el Visconti, para El castillo de los destinos cruzados, con sus delicadas miniaturas que reflejan el refinamiento renacentista, y, para La taberna de los destinos cruzados, el de Marsella, de trazos más toscos y que requiere un lenguaje más popular.

Se compone de diferentes historias cortas, las cuales son relatadas dentro de un castillo situado en medio de un espeso bosque, cruzando un destartalado puente levadizo; un alcázar que sirve de refugio a todos aquellos a los que la noche sorprendía en camino: damas y caballeros, séquitos reales y simples viandantes. En una sala alta y espaciosa y al rededor de una larga mesa iluminada por candelabros, el protagonista se sienta acompañado de un rica corte de comensales, todos de bella apariencia y vestidos con atildada elegancia, pero privados de conversación, puesto que nadie decía una palabra. Cuando uno de los huéspedes quería pedir al vecino que le pasase la sal o el jengibre, lo hacía con un gesto, y también con gestos se dirigía a los criados para que le cortasen una rodaja de timbal de faisán o le escanciaran media pinta de vino. Sólo se escuchaba el repiqueteo de las cucharas y el tintineo de copas y platos. Era evidente que el viaje por el bosque les había costado a cada uno de ellos la pérdida del habla. Terminada la cena en un mutismo que los ruidos de la masticación y los chasquidos de las lenguas al paladear el vino no hacían más afable, permanecieron sentados mirándose las caras, con la angustia de no poder intercambiar las muchas experiencias que cada uno quería comunicar, y en ese momento, sobre la mesa recién recogida, el que parecía ser el castellano posó una baraja de naipes; cartas del tarot más grandes que las de jugar o que las barajas con las que las gitanas predicen el futuro y empezaron a desparramarlas sobre la mesa, boca arriba, como para aprender a reconocerlas y darles su justo valor en los juegos, o su verdadero significado en la lectura del destino. Sin despegar los ojos de las doradas teselas de aquel mosaico, uno de los comensales, recogió las cartas dispersas, cogió una y la echó. Todos advirtieron la semejanza entre su cara y la cara de la figura (Caballero de Copas) por lo que entendieron que con aquella carta se disponía a contar su historia... la Historia del ingrato castigado.

Le siguen trece historias más, en las que van apareciendo los veintidós Arcanos Mayores. Italo Calvino usó este método seguramente para romper sus bloqueos ayudándose de la diversidad de figuras y colores que emergen de estas esotéricas cartas y crear así narraciones instantáneas. Sin embargo el experimento literario, excepto al inicio, por su ambientación en ese misterioso castillo, me ha resultado insustancial, vacuo y pueril, de tan sobrecargado que está de personajes, se hace indigesto. En la edición de Siruela las cartas están impresas por cada una de las paginas del libro y me terminó resultando muy barroco, más que renacentista. Creo que no ha sido un acercamiento agradable, aún así le quiero dar una nueva oportunidad con Las ciudades invisibles, y transitar por la hermosa Cloe. Ahí nos veremos.

2 comentarios :

Anónimo dijo...

!Como animas a leer!, la música de tu blog, muy buena.
Chicago.

Anónimo dijo...

¿por que calificas al final? ¿crees que puedes calificar a Calvino por que "no te gustó el principio"? ¿crees que necesitas darle otra oportunidad?