
Déjenme entonces que por sensatez les haga una recomendación. Aléjense de Boyne. Corran hacia Roberto Bolaño, Paul Auster si hace falta, Cesar Aira, Philip Roth, hay decenas de escritores soberbios, y si buscan algo que les acongoje de verdad, asistan a La muerte de Iván Ilich o disfruten con El paseo de Robert Walser, pero... de verdad, aléjense de Boyne.
2 comentarios :
Plas, plas, plas, plas.
Ojiplático me había quedado al ver este libro en esta bitácoa.
Tras haber sufrido lo indecible con el pésimo pijama a rayas ni me planeto asomarme a las páginas de éste.
Saludos Tránsito
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