HURACANES EN PAPEL™ - Reseñas literarias

Sólo me queda esperar la aparición de un Nuevo Tifón Literario de magnitud cinco como los producidos por Marcel Proust, Enrique Vila-Matas o James Joyce. Ese día llegará y mi búsqueda no habrá sido en vano. Huracanes en papel™ 2007-2024

viernes, 20 de diciembre de 2024

El Monte Análogo, de René Daumal

Descripción de la imagenEl tiempo de luz aún se acotó más y me vi envuelto en una plácida penumbra. La naturaleza me estaba ofreciendo una entrada al mundo de las profundidades. Un tiempo de tránsito. La hojarasca formaba un manto espeso que cubría la ciudad del solsticio. La sabia de árboles y plantas descendía ya por completo a la humedad del subsuelo y yo noté algo en mí que se deslizaba hacia el abismo. Y así apareció la obra de Daumal. Causal. Buscando a mi Montaña Interna. Me fue entregada por encargo de mi deseo, renunciando a cualquier comodidad. Al escribir esta reseña soy consciente de que la literatura volvió a obsequiarme. Atalanta hizo el resto y todo lo demás palideció. Excepto mi copa con garnacha.

El Monte Análogo es una obra tan singular como cautivadora, que combina la aventura física con un profundo viaje interior. Aunque inacabada, esta novela ha trascendido como un ícono literario cargado de simbolismo y misterio, invitando a cada lector a completar el recorrido según su propia interpretación.

La trama gira en torno a la búsqueda de una montaña mítica, el Monte Análogo, que no es simplemente un lugar geográfico, sino un símbolo del ascenso espiritual y la iluminación. La expedición de los personajes es una metáfora de la travesía del ser humano hacia una verdad más profunda.

Un día, Théodore, como aficionado al alpinismo, escribió un artículo para la Revista de los Fósiles sobre el Monte Análogo y la simbología de la montaña en las mitologías antiguas, referente al nexo entre la Tierra y el Cielo. Olvidándose de esa entrega, a los tres meses recibe la carta de un desconocido que se ha tomado muy en serio su fantasía literaria y quiere intentar la expedición. El 10 de octubre de 1939 un grupo de ocho alpinistas, incluido Théodore, embarcan en el Imposible, un yate con dos mástiles que les ha de llevar hasta el Monte Análogo, inaccesible por medios ordinarios, lugar de residencia de una humanidad superior y núcleo de sustancias superiores implantado en la corteza terrestre y que la curvatura del espacio ampara de las miradas curiosas y de la codicia. Se trata de un anillo de curvatura más o menos ancho, impenetrable, que rodea la región, a cierta distancia, como un baluarte inexpugnable, intangible. Todo sucede como si el Monte Análogo no existiera. 

«Su cumbre única pertenece al mundo de la eternidad y su pie se ramifica en contrafuertes múltiples que recorren el mundo de los mortales. Es el camino por el que el hombre puede elevarse hasta la divinidad y la divinidad se le puede revelar al hombre. Los patriarcas y los profetas del Antiguo Testamento ven al Señor cara a cara en lugares elevados.»
«Nos abrieron las puertas invisibles de esa invisible comarca quienes tienen a su cargo su custodia. [...] Nos abrieron la puerta quienes nos ven incluso aunque no podamos verlos, respondiendo con generosa acogida a nuestros cálculos pueriles, a nuestros deseos inestables, a nuestros esfuerzos mínimos y torpes.»

El Monte Análogo destaca por su capacidad para cuestionar nuestra percepción de la realidad, a la vez que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia existencia y los distintos caminos hacia la verdad. En sus páginas encontramos una comunidad de personajes que encarnan diversos enfoques hacia esa búsqueda, representando el espectro de experiencias humanas en el camino espiritual.

Uno de los aspectos más fascinantes de esta obra es su riqueza simbólica. Daumal logra entretejer elementos de distintas tradiciones espirituales y filosóficas, desde los Vedas hasta las enseñanzas de Gurdjieff, para construir una narrativa que trasciende géneros. La novela fusiona la aventura, la filosofía, la ciencia ficción y la espiritualidad, logrando una experiencia única para el lector. Pese a quedar inconclusa por la muerte del autor, esta característica no resta valor a la obra. Al contrario, le aporta una dimensión adicional de enigma, desafiando al lector a interpretar y continuar la búsqueda por su cuenta. ¿Te atreves a comenzar la ascensión? ¡Blum!

«Estábamos empezando a despojarnos de nuestras antiguas personalidades.»

miércoles, 18 de diciembre de 2024

Los hechos de Key Biscayne, de Xita Rubert


Portada del libro

Literatura insólita. Novela de viajes y de migración contemporánea que arrastra una rica tradición literaria, especialmente en la literatura estadounidense, donde las historias de inmigración son muy representativas de la experiencia social del país. Con esta segunda obra, Xita Rubert se embarca en una aventura quijotesca moderna calculando sus personajes y avanzando con un detalle más introspectivo, razonado, más luminoso y crítico, sin abandonar sus pulsiones inconscientes, para crear otra comedia del absurdo, mezclando lo irracional, lo inesperado y el surrealismo de efecto.

Los hechos de Key Biscayne narra la inquietante experiencia de una familia que tras su estancia en la fría y ordenada ciudad de Boston, Estados Unidos, el padre, Ricardo, profesor español de Harvard, decide mudarse con sus dos hijos al estado de Florida, concretamente a la cálida villa de Key Biscayne —paradisíaca y caótica—. Una de las mejores zonas de Miami. La madre ha tenido que permanecer en España por motivos diversos. Son padres separados que conviven con acuerdos legales. Nico, su hijo de catorce años, va al instituto. La niña de doce años, es inscrita en un colegio muy peculiar y será la encargada de narrar esta parodia inesperada desde su visión preadolescente, acompañada de Marchelle —la marginada de Haití— y de Eleanor Cagnoni —la niña fashion de goma—.

«Sus amigas eran menos espagueti que ella, pero compartían el mismo grado de artificialidad. Tras el desfile, el único nombre que yo retuve fue el de Mckenna porque me recordaba a McDonald’s, y porque a las tales Gaby, Lime y Valery las profesoras nunca las llamaban así, sino por sus nombres reales: Gabriela, Luma y Valeria. Eran de México, de Brasil y de Colombia, pero Eleonora había blanqueado sus nombres. Más que niñas parecían ejemplares, todo en ellas funcionaba a pilas, todo era imitación de otra cosa.»

«Comparten clase con su hija. Son familias en la estirpe de Bebe Rebozo, ya sabe, el banquero amigo de Nixon. Su casa está aquí, a unos metros. En los ochenta la llamaban la Winter White House.»

«Que alguien esté desamparado no significa que sea inofensivo. La auténtica soledad no ve a personas, sino a instrumentos.»

La novela está dividida en cinco partes: La llegada; Key Spain; Flash; Un cocodrilo soy; y La despedida. Contiene en sus extremos un prólogo y un epílogo. Con esta estructura Rubert describe situaciones impactantes que tratan el proceso de adaptación cultural con los retos de aprender un nuevo idioma en un entorno desconocido; muestra los desafíos de integrarse en una nueva sociedad orientada en el canon del show y las apariencias; refleja el choque multicultural y las transformaciones identitarias al igual que explora los cambios personales y familiares. El ritmo es muy ágil, dinámico, perturbador, misterioso. Los personajes funcionan. Narrado a través de una escritura poliédrica, amplia y entregada. Las situaciones son muy visuales, incluso orgánicas. Te arrojan al Key Biscayne vaporoso y a su luz cegadora. Y con esa magia que sólo se da en la adolescencia entra de pleno en las mansiones lujosas de los ricachones de esta zona exclusiva de Florida. La aventura de la existencia se abre paso en un horizonte mucho más dilatado, transmitiendo una curiosidad inabarcable y atando lo real a un sólo nexo unificante.

Xita Rubert ha demostrado en Los hechos de Key Biscayne ser una narradora inteligente con un potencial basado en el tránsito, el viaje y la autosuficiencia. La obra ha sido reconocida con el Premio Herralde de Novela 2024 por su precocidad. Su prestigio literario aumenta, gracias a un talento que la sitúa en una augusta posición de salida entre los escritores iGen o Generación Z. Posee las herramientas de internet desde la cuna. Necesita explorar y moverse. La próxima novela le exigirá un corazón más adulto, ahora que ha aprendido a domar al cocodrilo. ¡Blum! 


martes, 17 de diciembre de 2024

Mis días con los Kopp, de Xita Rubert

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Novela de iniciación inteligente y poética.  Mis días con los Kopp es la novela debut de Xita Rubert, que se destaca por su estilo híbrido, mezclando elementos de novela, ensayo y poesía. Rubert explora el retrato social a través de personas que viven al margen de la realidad, indagando las ambivalencias del afecto y la memoria, además de los choques culturales y de clase.

La historia se centra en Virginia, una joven que viaja con su padre, Juan, desde Madrid al norte de España para reunirse con la familia Kopp. El viaje de los Kopp se programa porque una institución académica, financiada en gran parte por el Estado, decide premiar a Andrew Kopp, una figura controvertida y pseudorrebelde del ámbito científico que tiene comentarios sarcásticos sobre los Estados que todavía no son republicanos. Los encargados de entregar el premio serán los reyes. El acto se realizará en un teatro. Andrew acepta el premio en lugar de rechazarlo y proclamarse en contra del poder monárquico español, pero preparará para ese día un acto efímero en interacción con el público.

Andrew viaja con su mujer, Sonya, una mujer inglesa y judía que sirve como ancla para la narración, y con su hijo Bertrand —o hijastro, o hijo adoptado, o hijo inventado—, descrito como un escultor y performer, pero que en realidad es un enfermo mental al que sus padres presentan como artista para encajar en la sociedad, pululando por las diversas escenas como personaje central.

«Tal vez por eso me recreo en ellos, en los Kopp, pertenecen más aquí que allí, que a lo real inalterado.»

Virginia rememora los días pasados con la familia Kopp mientras explora temas complejos como la enfermedad mental y su percepción social; el descubrimiento sexual y la pérdida de la inocencia; la crítica del aislamiento de la élite académica o el fingimiento social y el desamparo. 

La novela está dividida en seis capítulos. El estilo de Rubert se caracteriza por una prosa elaborada con tendencia a las florituras; uso de frases célebres y reflexiones filosóficas, con una narración que mezcla recuerdos y pensamientos de la protagonista. Su escritura se caracteriza por ser meticulosa, grave sin solemnidad, y con un ritmo marcadamente discontinuo pero fluido.

Mis días con los Kopp de Xita Rubert es una obra fascinante que destaca por su originalidad y frescura narrativa. La autora demuestra una voz auténtica y poderosa, capaz de explorar con maestría los pliegues más esquivos de la realidad. Rubert nos sumerge en un mundo donde lo efímero, lo imaginario y lo ilusorio se entrelazan de manera magistral. Esta novela de iniciación del siglo XXI no solo anuncia la llegada de una narradora con una voz llena de matices, sino que también establece a Rubert como una escritora con un territorio propio. Su prosa, cargada de una misteriosa sabiduría que emerge del caos, logra capturar la esencia de una generación en busca de su identidad. Promete marcar el inicio de una carrera literaria brillante y singular. El 27 de noviembre de este año publicó su segunda novela. ¡Blum!


jueves, 12 de diciembre de 2024

Ocho entrevistas inventadas, de Enrique Vila-Matas

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El mundo seguía rodando como una ridícula y grotesca pelota. En el estante de novedades literarias se me apareció incólume Enrique Vila-Matas, miembro destacado de la Sociedad de Refractarios a la Imbecilidad General y de la convulsa Orden de Caballeros del Finnegans. Con esta ficción recopilatoria publica este año su faceta más mentirosa a través de la selección de ocho entrevistas inventadas de las cincuenta que realizó en su etapa de entrevistador, entre 1968 y 1983. El primer encargo que le hicieron fue traducir del inglés una entrevista con Marlon Brandon dentro de la redacción de la revista de cine Fotogramas cuando tenía veinte años, y como él no sabía inglés decidió inventársela, por pura necesidad, para salvar su trabajo de periodista. Luego llegó la del famoso bailarín ruso, Rudolf Nuréyev, con el que tuvo una pelea en la discoteca por defender a una amiga, un día antes de la entrevista, así que el día que tuvo que llamar a la habitación de su hotel, habían pasado muy pocas horas desde el incidente y entendió que no era buena idea entablar una conversación profesional. Y así se fueron produciendo diversas anomalías en su periodismo con las seis restantes entrevistas. Una cuestión que recuerda con pesar por haber sucumbido a la presión y resolverlo con su mayor virtud, la ficción. Su lenguaje es único. Entró a la literatura para crear un nuevo estilo, la metaficción y la intertextualidad. Su obra desafía las fronteras tradicionales entre géneros, mezclando ensayo, novela y reflexión literaria en un entramado que cuestiona las estructuras narrativas tradicionales y celebra el acto de la escritura. V-M es una fiesta.


«Gracias. ¡Qué grandes estamos esta mañana!»


lunes, 9 de diciembre de 2024

Noches blancas, Fiódor Dostoyevski

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El cierzo arañaba los cristales y en la calle las hojas de los plataneros danzaban en círculos indómitos. El cielo rebotaba una luz palpitante, con un azul rabioso y cristalino. Las nubes se ausentaron y la noche volvió a pertenecerle a las estrellas. Ese día estuve huérfano de literatura y noté que a mi buen corazón le faltaba algo más de severidad. Salí a pasear por la ciudad ensoñando con mis silencios y noté curiosos rincones, alumbrados con otro sol, con otros brillos especiales, donde se vivía una vida completamente distinta. Una mezcla de algo puramente fantástico, ideal y apasionado, a la vez que trágico y descolorido, en estos tiempos de decepción e incertidumbre.

En ese momento recordé al primer Dostoyevski y su literatura realista, justo un año antes de su encarcelamiento y su condena a muerte por participar en el "Círculo Petrashevski", un grupo intelectual crítico con el régimen zarista. Era el año 1848. La sociedad rusa estaba profundamente dividida, entre una élite aristocrática y una gran masa de siervos. Este sistema de servidumbre, aunque ya en declive, seguía siendo una realidad social cuantiosa, que no fue abolida hasta 1861. Dostoyevski retrató esta estructura social rígida y opresiva en la atmósfera de Noches blancas, donde el protagonista, un soñador solitario, se mueve en los márgenes de la sociedad. Era el momento de leerla.

Noches blancas es una novela sentimental que explora temas como el amor, la ilusión, la esperanza y el desengaño. La novela se enmarca en la tradición de la literatura urbana, con San Petersburgo como escenario principal. Las "noches blancas" del título se refieren al fenómeno natural de los días largos del verano en esta ciudad norteña, creando una atmósfera única que Dostoyevski utiliza magistralmente. La historia de sus personajes refleja la experiencia de vivir en una sociedad en transición, donde lo moderno y lo tradicional coexisten, creando una sensación de desarraigo y búsqueda de identidad. El estilo de esta emotiva obra, con su exploración de la psicología del protagonista y su uso del entorno urbano como reflejo del estado emocional de los personajes, ofrece los elementos literarios indiscutibles que convirtieron a Dostoyevski en uno de los más grandes escritores urbanos de la literatura mundial. Su obra sigue vigente y reactivada. Es un Huracán en Papel y el horizonte del siglo XXI.

«Las paredes y los pisos se habían descolorido, apagado, las telarañas se habían multiplicado. Sin saber por qué, cuando miré por la ventana me pareció que, a su vez, que la casa de enfrente también se había vuelto decrépita y apagada, que el estuco de las columnas estaba descascarillado y se había desprendido, que las cornisas se habían ennegrecido y agrietado y que los muros amarillo brillante tenían manchas de otros colores.»

viernes, 6 de diciembre de 2024

El descontento, de Beatriz Serrano

Gérard de Nerval

Al entrar en la librería, volvió a salpicarme la vorágine editorial de portadas que compiten por quedarse con los veinte euros de presupuesto para un libro. Me quité de encima los superventas y los autores afónicos. De repente vi  a la mujer abatida y mi intuición se erizó gracias a su teatral simbolismo. Escritora joven dibujando un ácido retrato social del hartazgo. Rugía. Este tipo de literatura es un peligro potencial para la casta amamantada por las poderosas instituciones que engordan sus tripas protegiendo este injusto sistema que se sostiene con necios espejismos, hasta que llega el descontento. Y acerté otra vez. 

El interesante debut literario de Beatriz Serrano demuestra, con voz distintiva, que es capaz de retratar parte del atisbo de la crisis existencial de la generación Y, los milenials de esta españa con minúscula:  individuos de una gran preparación académica que viven con las migajas de una precariedad laboral asfixiante. Su estilo combina crítica social con una narración profundamente personal, lo que crea una lectura cautivadora que invita a reflexionar sobre los límites de nuestro desfasado contrato social. En las primeras páginas se establece con eficacia el tono de la novela, prometiendo una exploración mordaz de la vida contemporánea, el impacto de los eventos recientes, su relación con el trabajo y sus intentos de encontrar algún sentido en la rutina y el caos.

«Rebusco a ciegas en mi bolso y me meto otro Orfidal bajo la lengua. No entiendo por qué mis compañeros están emocionados, si es que todo ese aluvión de emojis y signos de exclamación significa de verdad un aluvión de emociones y no que alguno de ellos, al otro lado del teclado, está sufriendo un derrame cerebral. No comprendo que deseen pasar más tiempo con otros compañeros de trabajo antes que con sus familias, sus amigos, sus ligues o consigo mismos. Quizás les aterra demasiado esta última opción. O tal vez ellos también estén fingiendo, quién sabe por qué. Por la posibilidad de un ascenso o por la cálida sensación de esa palmadita en la espalda o por la expectativa de acercarse a un pez gordo de la compañía y demostrar, por fin, el valor que creen tener dentro de la empresa.»

El descontento es un retrato corrosivo de la sociedad moderna a través de la mirada de una milénica. La historia sigue a Marisa, una treintañera que trabaja en Madrid, en una agencia de publicidad, anestesiada por orfidales y vídeos de YouTube para soportar su rutina laboral, su desencanto y su resignación. La novela explora temas como la insatisfacción laboral, la soledad, las máscaras sociales, la superficialidad de las relaciones humanas en contextos profesionales, la alienación y la búsqueda de significado en un mundo saturado de estímulos vacíos y el esfuerzo humano por encontrar sentido en lo absurdo, en confrontación con las expectativas sociales y los deseos individuales.

La obra inicia con una anécdota aparentemente desconectada, el caso de Marina Joyce, que sirve como metáfora de la situación emocional de Marisa, atrapada y observada, incapaz de pedir ayuda de manera directa. La estructura avanza en espiral, alternando entre la vida profesional de Marisa, sus pensamientos sobre la sociedad y su propia vida, lo que crea un retrato complejo y multifacético, ayudando a situar al lector en el contexto de la protagonista y refuerzan la sátira social.

«Mi trabajo consiste en ser simpática y vender humo. Leo el brief de un producto de mierda que es como todos los demás productos de mierda: un labial de color rojo, un perfume con notas florales, una aspiradora con un aplique pequeñito que puedes meter por las esquinas de tu casa porque tiene forma triangular.»

Hay un ritmo dinámico, que alterna entre pasajes de acción cotidiana, reflexiones internas y observaciones detalladas sobre el mundo que rodea a Marisa. La estructura de las frases, a menudo acumulativa, crea una sensación de flujo constante que refleja el caos interno de la protagonista. Este ritmo, sin embargo, está punteado por pausas introspectivas que invitan al lector a conectar con las emociones más profundas del personaje. La narración mezcla un lenguaje coloquial con reflexiones densas, desde un enfoque subjetivo en primera persona que permite sumergirnos en los pensamientos y emociones de Marisa, amplificando el impacto de su ironía y su visión crítica. Utiliza constantes metáforas y comparaciones que funcionan como anclas emocionales y culturales para ofrecer una visión cruda de la desconexión y la apatía contemporáneas. La narrativa incorpora referencias actuales y reconocibles que otorgan autenticidad al discurso y refuerzan su relevancia en el contexto moderno. Además consigue equilibrar hábilmente el sarcasmo y el humor con un trasfondo trágico de una vida atrapada en la rutina, haciendo que la experiencia sea tanto entretenida como inquietante en esa dualidad de humor y desesperación. 

Marisa, al igual que muchas personas de su generación, busca pequeñas escapatorias emocionales, dejando abierta la pregunta de si esas escapatorias son suficientes para sostener la vida cotidiana. La novela ofrece siempre una nota de autenticidad y melancolía que resuena con el lector. Beatriz Serrano demuestra maestría al capturar la banalidad del día a día y transformarla en una crítica sobre la existencia moderna. El cierre de la obra no es una resolución, sino una invitación a reflexionar sobre cómo enfrentamos nuestras propias crisis personales y cual podría ser el escenario si esta precariedad continua.

Por supuesto, las barrigas amamantadas ya han tomado cartas en el asunto y han envuelto entre algodones a Beatriz Serrano otorgándole el segundo premio Planeta, dotado con doscientos mil euros para su última novela y miles de ventas aseguradas. Se acabó el descontento. Los demás milenials, que se jodan. Así se compra el talento en españa. Adios rugidos. ¡Blum!